"La mudanza será a fin de año, al menos una parte importante", dice el ministro de Defensa, Jorge Burgos, sobre el traslado definitivo de esta cartera, que hoy funciona en el edificio Diego Portales, a la histórica construcción de calle Zenteno 45, frente a La Moneda. "El 2 de enero, al menos el gabinete, los subsecretarios y otros funcionarios estaremos trabajando allí, en un edificio que, aparte del simbolismo, con todo respeto, es bastante mejor que este", bromea.
No es el único hito simbólico de su agenda. A principios de octubre se cumplen 200 años de la Batalla de Rancagua. "Tiene una importancia esencial en nuestra independencia y en la épica que vino después. Y así será recordado", dice Burgos. Además, el 29 de noviembre se conmemoran 30 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad, en el Vaticano, entre Chile y Argentina, tras el conflicto del Beagle.
"Es un hito muy trascendente en nuestra relación bilateral, que hasta hoy tiene consecuencias muy positivas. Y debe ser recordado con esa importancia. Por eso, el tema se ha venido trabajando desde principio de año con el Ministerio de Defensa argentino y, de hecho, a nivel de todo nuestro gobierno. Estamos en una muy buena relación de ministerios y de FF.AA.", dice.
¿Hay algo en agenda inmediata?
Sí, la próxima semana, por ejemplo, tendremos una reunión de vice-cancilleres. La fecha de fin de año, además, coincidirá con ejercicios conjuntos, como el "Cruz del Sur".
¿No complican las declaraciones que en julio hizo Sidney Edwards, un ex militar británico, diciendo que la ayuda de Chile a su país fue "crucial" en las Malvinas?
No, es un hecho que ocurrió en un momento muy distinto de la relación. Creo que la inmensa mayoría de los chilenos no estamos orgullosos, para nada, de la actitud de la dictadura durante la Guerra de las Malvinas. Y creo que buena parte del pueblo argentino tampoco está orgulloso, respecto de la actitud de la suya. Eso ocurrió en un mundo distinto. En una realidad diferente.
BRINKS Y HACKERS
La semana que acabó fue tensa para Defensa, producto de dos hechos. Uno fue el robo de $ 6 mil millones a un camión Brinks en la losa del aeropuerto de Santiago, que involucró a la DGAC, a su vez, dependiente de la Fach. El otro fue la noticia de que hackers peruanos vulneraron dos cuentas de correos electrónicos institucionales de la Fuerza Aérea, en 2013, y difundieron información confidencial.
Respecto de este último caso, en Defensa declinaron emitir comentarios, argumentando que se trataba de un hecho antiguo y que cuenta con una investigación en curso. Aún así, el subsecretario de FF.AA., Gabriel Gaspar, podría ser citado a la Cámara de Diputados.
En cuanto al robo en el aeropuerto, han surgido críticas por la destitución del jefe de seguridad de la terminal.
No las comparto. Decir que frente a un robo de esta magnitud, en las circunstancias que se hizo, el encargado de seguridad del lugar sea un "chivo expiatorio" no resiste análisis. No era el encargado de protocolo, sino de seguridad del aeropuerto.
¿Se ha evaluado separar la Dirección General de Aeronáutica Civil de la Fach, para no hacer de este tipo de eventos un problema militar?
Prefiero ser cuidadoso. No me niego a que pueda haber un debate para tener una orgánica con algunos cambios en materias de control aeroportuario. Pero no me gustaría que esa apertura emane como consecuencia de un hecho delictual.
Sin embargo, parece haber mucha burocracia a la hora de hallar responsabilidades.
Es un punto importante. A uno, efectivamente, podrían llamarle la atención los diversos roles y la ausencia de una coordinación de esos roles. Es un tema a analizar en profundidad y, si es necesario, reformarlo. Nuestra seguridad aeroportuaria es muy notable y reconocida, pero la mancha del martes es compleja y hay que salir al paso. No fue un hecho menor ni le vamos a bajar el perfil.
PENAL EN DISCUSIÓN
En las últimas semanas hubo rumores y mociones parlamentarias para cerrar el penal de Punta Peuco. ¿Hubo tensión en las ramas castrenses?
Tensión ninguna, pero sí he conversado el tema con ellos.
¿Usted, qué les manifestó?
Los que están adentro son personas condenadas por crímenes atroces, relativos a derechos humanos. Son delitos graves. En eso no hay discusión. El tema efectivamente lo hemos conversado, cuando salió en la prensa el posible cierre o alguna persona, legítimamente, planteó un proyecto de acuerdo. Pero siendo una política penitenciaria, que no es de esta cartera, yo, como ministro de Defensa, no he escuchado que esté en pauta el cierre de Punta Peuco.
También ha habido contactos de Interior para incorporar a Defensa al Plan Frontera Norte...
Hay que hacer una distinción muy clara. Ante la idea de incorporar a las FF.AA. en la línea de persecución al narcotráfico, digo categóricamente que no. No está en los planes que ninguna rama juegue un rol en la seguridad pública, salvo cuando se trata de estados de excepción, fundamentalmente, debido a catástrofes. Hay países que legítimamente lo hacen, pero nosotros no. Ahora, si usted me pregunta respecto de temas residuales, en los cuales las FF.AA. puedan colaborar en esa importante lucha contra el narcotráfico, yo le digo que sí puede haber colaboración.
Es decir, ¿se ha trabajado el tema?
No entregaré mayores detalles, porque los narcos también leen diarios. Pero sí hemos trabajado, desde el punto de vista residual, una colaboración con antecedentes e informaciones que se obtienen de la labor natural de las FF.AA. Pero no habrá patrullas militares entrando a casas de traficantes.
UNASUR
Hoy, el ministro finalizaba una visita a Cartagena de Indias, en Colombia, donde asistió a la Reunión de Ministros de Defensa de Unasur.
Respecto de la relación con Perú, ¿abordará a futuro con el ministro de ese país las compras de armamento que ellos gestionarían, de tanques y helicópteros?
No lo creo. Me parece legítimo que los países se preocupen de su capacidad estratégica. Nosotros la tenemos y no nos gusta que se metan en ese tema. Me imagino que a ellos tampoco. Además, a nivel sudamericano hay datos públicos de lo que se está invirtiendo en esta materia. No es un tema de agenda bilateral.
¿Se podría trabajar en torno a la reanudación del mecanismo 2+2?
Ese tema lo maneja fundamentalmente la Cancillería. La fecha se está analizando a nivel de ese ministerio. Es posible que ocurra cuando estén despejados los efectos del fallo de La Haya, y para eso aún falta. Por ahora, no me atrevo a poner fechas, pero el ánimo está.
En cuanto al Servicio Militar, ¿se está trabajando en programas para motivar la participación?
Los voluntarios aún son suficientes, pero es cierto que en el último año nos acercamos mucho al límite de tener que llamar, por primera vez, a un sorteo por ley, ya que los postulantes disminuyeron. Estamos preocupados del tema y ya recibí un buen informe de la Comisión de Defensa del Senado. Vamos a iniciar alternativas para generar un mayor incentivo.