El propio Jorge González lo ha calificado como una suerte de ebullición creativa: en la soledad de su residencia en Berlín, flanqueado sólo por guitarras, teclados y computadores, apenas en contacto con el café que colinda con su departamento, el cantautor se encerró durante semanas para facturar más de una veintena de composiciones que remataron en su alabada última entrega, Libro (2013).

Sólo 12 de ellas integraron el álbum, mientras que el resto descansa a la espera de uno de los proyectos más inquietos que el ex Prisionero alista para esta temporada: la salida de un álbum en inglés, el primero de su carrera y que tiene como fin editarse, aparte de Chile, en algunos circuitos de Europa, lugar donde vive desde 2008 (primero en Valencia y luego en la capital alemana).

De hecho, González escribió temas en ambos idiomas y, aunque en un momento evaluó incluir creaciones anglohablantes en su reciente título, finalmente optó por sólo temas en su lengua, como una forma de recalcar el carácter íntimo y visceral que cruza Libro.

"Es un plan que venía barajando desde hace mucho tiempo", cuenta el realizador chileno Maximilano Mellado, radicado en Berlín y uno de sus máximos aliados en la ciudad. Luego sigue: "La soledad en Alemania lo ha llevado a una libertad creativa tremenda y a experimentar con cosas distintas. Esto es una prueba de ello. Mantendrá su sonido de cantautor, quizás con algunos matices de diferencia".

Casi como una suerte de entrenamiento, González ha incluido en su repertorio habitual de los últimos años el hit To love somebody, de los Bee Gees, mientras que en sus presentaciones alemanas -en cafés, clubes y lugares de pequeñas dimensiones- toca covers de himnos como Rock with you, de Michael Jackson.

En su actual sello, Plaza Independencia, reconocen que el disco está en marcha y estiman fecha de lanzamiento para fin de año o ya para 2014, ya que antes tienen contemplado el estreno en cuatro formatos (CD, vinilo, DVD y blu-ray) del show ofrecido en la última versión de Primavera Fauna, donde el músico revivió Corazones, de Los Prisioneros.

Gonzalo Yáñez, cantautor e instrumentista de la actual banda del hombre de No necesitamos banderas, es uno de los pocos que han escuchado el material: "Se nota que estas canciones fueron pensadas en inglés, y eso las hace diferentes a las de Libro. Las pensó así y eso repercute en el lenguaje musical, porque el inglés es el lenguaje del rock puro. Son una volada, pero a Jorge le sale muy natural, porque vivió en EE.UU. y en Berlín está obligado a ese idioma", resume.

Casi en sincronía con su aventura en el idioma del rock, González ha figurado en otro lanzamiento con buena repercusión en la escena anglo: el álbum The Visitor, de Matías Aguayo, DJ chileno radicado en Europa desde los 70 y que se ha alzado como uno de los créditos más reputados de esa generación que encabezan Ricardo Villalobos y Luciano. En el trabajo -donde también está Juliana Gattas, de Miranda!-, González escribió tres temas, que ayudó a producir. "Es un avance en su carrera gracias a su humor, su fusión de ritmos latinos y su carácter juguetón. Un acierto", dijo The Guardian.