Jorge Knoblovits, el secretario general de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), aunque reconoce que no pueden influir en la designación de un nuevo fiscal, es directo al asegurar que, tras la muerte de Alberto Nisman, "queremos mantener viva la causa Amia y queremos que no se desbarate el equipo del fiscal para que sigan trabajando la causa".

¿Cuánto complica a la investigación del atentado de la Amia, la muerte del fiscal Alberto Nisman?

Complica muchísimo, sobre todo porque atrasa. No sé si va a complicar el destino de la causa o de la investigación. Cada fiscal tiene una línea de investigación en cada causa. Entonces cada fiscal le pone la impronta que investiga asesorado por los servicios de inteligencia que lo asisten. No sé qué va a suceder, si no sabemos cuál será el fiscal que será designado, pero sí atrasa muchísimo tomar conocimiento de una causa de esta magnitud, que es la más voluminosa de Argentina. Además contamina, porque consideramos que el fiscal es un muerto más del atentado.

¿Ustedes tienen confianza en las autoridades, en las decisiones que puedan tomar, con respecto a lo que venga en este caso?

Eso se lo puedo contestar después que designen al fiscal. Como le dijimos al jefe de Gabinete, nosotros no podemos de pedir a un fiscal en especial, pero como siempre sucede cuando somos querellantes en la causa monitorearemos al fiscal designado y que esté bien llevada a cabo la investigación. A nosotros las líneas de investigación no nos preocupan, confiamos en la Justicia de la República Argentina. Si se investiga que hay conexión local, bienvenida sea, si hay otra línea de investigación, cuanto más verdad se sepa mejor. Ahora, si estamos preocupados, claro que sí.

¿En la Daia había discrepancias con el trabajo que estaba haciendo el fiscal Nisman?

No, no en la causa principal. La causa tiene varias vertientes. Después de la causa principal, que es la que más nos preocupa, la única que nos preocupa de manera determinante, está la causa de encubrimiento, que es la primera parte de la causa, la del juez Galeano, y después apareció la causa Memorándum, que tanto trabajo nos ha dado, que tantas demoras nos ha provocado, ha contaminado la causa. Y ahora la denuncia que hizo el fiscal la semana pasada por el origen del memorándum, que sería la razón por la cual se habría quitado la vida.

¿Por qué ha demorado más de 20 años llegar al fin del caso Amia?

Las voladuras de la embajada de Israel y de la Amia fueron el inicio de toda la secuencia de terrorismo internacional, del 11/9, de Atocha, de Londres, de Nigeria y París hace dos semanas. Las causas del terrorismo internacional, Amia fue la primera, son muy difíciles de investigar porque tienen mucho uso de servicios de inteligencia, conexiones internacionales…

Pero en los casos de la embajada de Israel y de la Amia, a diferencia del resto que mencionó hay un Estado detrás de esos ataques.

Exactamente. Acá lo que hay además es que se ha llegado a acusar a un Estado, son funcionarios de un Estado, y esto todavía complicó más el acceso a la información, del pago del dinero a Teillendín (el hombre que habría entregado el furgo usado en el atentado), los US$ 400.000, de los testigos protegidos, la conexión local, que fue ahora desvirtuada. Nosotros, los argentinos, no teníamos experiencia en eso. Es como haber hecho los juicios de Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial o como fue juzgar a la juntas (militares tras el fin de la dictadura, en 1983). Creo que no hemos podido saberlas aprovechar ni saberlas investigar.

¿Pero usted cree que ya se llegó a la verdad y que lo que falta es darles a los responsables, o aún falta mucho de conocer la verdad?

No. Solamente hay inculpados, no hay ningún ninguna responsabilidad de los imputados. El código procesal argentino dice que el juez tiene 10 días para decidir si los imputados son procesados, sobreseídos o declarados en falta de mérito. Si alguna vez sucede, una posibilidad que tiene el juez (del caso Amia, Rodolfo) Canicoba Corral es tomarles declaración a los imputados iraníes y decir que aquí no existe posibilidad de que ellos hayan sido, o procesarlos y decir que aquí hay pruebas de que han sido. Hagamos una fantasía política. Si los ocho iraníes (inculpados) se someten a derecho la semana que viene, aprovechando esta situación en la que murió el fiscal, y vienen a Argentina a declarar, ¿quién sostiene la prueba, si no hay fiscal ahora? O aunque haya un fiscal subrogante, no conoce el expediente como lo conocía Nisman. Para mí esta es la oportunidad ideal para que los iraníes vengan a declarar.