Jorge Ormeño: El gran patrón del puerto

El 4 de septiembre, Jorge Ormeño cerró su carrera como futbolista. El homenaje estuvo cargado de simbolismo: se realizó en el estadio Elías Figueroa, de Valparaíso, y se enfrentaron los dos equipos que el mediocampista defendió en su carrera con tal éxito que logró transformarse en símbolo de ambos: Santiago Wanderers y Universidad Católica. El mediocampista jugó un tiempo para cada equipo. Con la camiseta verde, de penal, marcó el último gol de su carrera.

Este año, en virtud de sus méritos deportivos y personales, el ahora ex futbolista recibió varios reconocimientos. Pese a que nació en Viña del Mar, fue distinguido como Ciudadano Ilustre de Valparaíso. Además, lo condecoraron con la Medalla Diego Portales. Ambos premios resumen la gratitud de la Quinta Región hacia un deportista que fue clave para la obtención del último título de los porteños: el de 2001, cuando fueron dirigidos por Jorge Garcés. Con los cruzados, dio dos vueltas olímpicas más, la del Clausura 2015 y la de 2010. Y también sumó la Copa Chile del año siguiente. En San Carlos de Apoquindo lo aplaudieron cada vez que volvió. En su despedida, el club cruzado participó oficialmente.

Más allá de su destacado aporte en la cancha, a Ormeño le resaltan por el liderazgo que transmitía a sus compañeros y por su ejemplar comportamiento fue de la cancha, valores que ahora pretende extender en el complejo deportivo y en las escuelas de fútbol a las que se dedica después del retiro. En ellas ha incluido acuerdos para beneficiar a organizaciones sociales.