"Claramente hay una diferencia con el nuevo ministro de Medio Ambiente (Marcelo Mena) respecto de cómo enfrentar las evaluaciones ambientales en relación con el criterio que veníamos implementando. Ante esas diferencias obviamente preferí dar un paso al costado". Así resume Jorge Troncoso, ex director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), las razones que gatillaron que el 27 de abril presentara sorpresivamente su renuncia al organismo que encabezaba hace algo más de tres años, desde marzo de 2014, en una decisión que no pocos asociaron a la polémica por la evaluación del minero de hierro Dominga, de la empresa Andes Iron, en la IV región.
A inicios de marzo, la comisión de evaluación de Coquimbo rechazó el proyecto, que había sido calificado favorablemente por la entidad encabezada hasta entonces por Troncoso. En las próximas semanas, será el Comité de Ministros el que deberá pronunciarse tras las reclamaciones presentadas por la compañía.
Aunque evita ligar directamente su salida con las diferencias por Dominga, el ex director del SEA dice que espera que la opinión del organismo prevalezca.
¿A qué se debe su salida del SEA?
Con el nuevo ministro de Medio Ambiente (Marcelo Mena) hubo una diferencia de criterio, de enfoque, de análisis, respecto de lo que había sido hasta entonces la gestión institucional durante este período. El tiene una nueva visión, una percepción distinta de la del ministro (Pablo) Badenier. En ese contexto, preferí dar un paso al costado
¿A qué se refiere exactamente con tener una visión distinta?
El SEA es una institución que basa sus decisiones en cuestiones estrictamente técnicas y en el marco del cumplimiento de la normativa y de las regulaciones ambientales que rigen los procedimientos de evaluación ambiental. Ese es el trabajo que ha hecho el SEA durante los últimos tres años. Ahora claramente hay una diferencia respecto de cómo enfrentar las evaluaciones ambientales en relación con el criterio que veníamos implementando en ese tiempo. Ante esas diferencias obviamente preferí dar un paso al costado.
¿Qué significa introducir un criterio distinto o adicional, más allá de los estrictamente técnicos, en las evaluaciones ambientales? ¿Considerar también variables más políticas?
Sin duda se busca considerar otras variables más políticas en la evaluación ambiental. Lo que nosotros hicimos durante nuestra administración fue generar para el SEA, respecto de sus decisiones, un respeto irrestricto a las cuestiones de carácter técnico amparadas en una visión jurídica. Ese es el criterio que se aplicó durante este tiempo y es el que obviamente yo quería seguir gestionando en la institución
¿Y eso no era posible con la nueva autoridad?
Lo que sucede es que el ministro tiene una mirada distinta de lo que es el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), que difieren de los criterios que todo el equipo directivo de la institución trabajó, exclusivamente técnicas y jurídicas, sin consideración de cuestiones más políticas.
¿En ese plano diría que esas diferencias se expresan por ejemplo respecto del proyecto Dominga, que ustedes aprobaron?
El SEA tuvo una opinión que fue manifestada en la comisión ambiental que es de público conocimiento. Esa es la visión del SEA y que debiera prevalecer.
¿Pero tuvo que ver su salida con la aprobación del SEA a Dominga que luego la comisión ambiental de Coquimbo revierte?
Habría que preguntárselo a las nuevas autoridades. La opinión institucional ya está. Yo respeto las decisiones de la autoridad y por eso di un paso al costado.
¿Qué le parece que la comisión ambiental haya rechazado el proyecto?
Está dentro de sus facultades. Ellos pueden acoger o no la recomendación del SEA y en la eventualidad que no lo hagan tiene que fundar esa decisión sobre la base de argumentos de carácter ambiental.
¿Y eso estuvo bien argumentado?
Eso tiene que ser evaluado en el marco del recurso de reclamación del titular del proyecto.
¿El pronunciamiento del comité de ministros debería reafirmar la posición del SEA?
No lo sé. El SEA en su área de recursos tiene que hacer el análisis correspondiente al expediente y pronunciarse o emitir una opinión sobre las reclamaciones y verlas en su mérito. Hay que evaluar si las reclamaciones del titular del proyecto se ajustan o no a la normativa ambiental a lo que establece el reglamento del SEIA.