Durante el transcurso del año, una de las propuestas programáticas más discutidas ha sido la asamblea constituyente como método para reformar la Carta Fundamental, vía que cuenta con la oposición de sectores de la Nueva Mayoría. Sin embargo, el senador José Antonio Gómez, quien defiende la asamblea desde que fuera precandidato presidencial opositor, advierte la dificultad de reformar la Constitución de forma democrática desde el Congreso, tal como es la apuesta de Michelle Bachelet para su próximo gobierno.

Usted manifestó su disposición a participar en el gabinete de Michelle Bachelet si es que ella se lo pide. ¿Sería una decepción no ser parte del equipo de gobierno?

Ese tema del gobierno y su estructura depende exclusivamente de Bachelet. No tenemos predisposición particular, sino que es la disposición del partido a integrarse al trabajo político en las distintas instancias: Parlamento, gobierno, sociedad civil. No es un tema personal, sino que es la disposición del partido a colaborar.

¿Qué rol debe jugar el PRSD en el gobierno de Bachelet?

Lo que vamos a hacer es trabajar por aquellas propuestas que ella ha manifestado y que están en el programa, las 50 primeras medidas, la reforma tributaria y educacional, la nueva Constitución. Nosotros vamos a ser un partido sumamente colaborador en ese camino.

El presidente de la DC dijo que la falange será leal a Bachelet, pero que no podía garantizar lo mismo del resto. ¿El PRSD será un partido leal?

Curioso que otros partidos pidan lealtad en algo que está en el ADN de todos nosotros, que luchamos porque existiera esta Nueva Mayoría. El Partido Radical será leal sin ninguna duda.

Su colectividad es posición minoritaria en la Nueva Mayoría en temas como la asamblea constituyente. ¿Le preocupa que a días del triunfo en segunda vuelta ya haya varios dirigentes negando esa posibilidad?

En mi opinión, la propuesta que hace Bachelet es institucional, con participación de la ciudadanía y democrática. Si los parlamentarios de la Nueva Mayoría no entienden que en Chile hay que hacer un cambio profundo en materia constitucional, y que debe ser de manera democrática, están cometiendo un error. Obviamente hay que dar el primer paso, y si ese paso no es aceptado por los parlamentarios, entonces hay que seguir con el siguiente paso para llegar a la asamblea constituyente.

Andrés Zaldívar dijo que no existe ninguna posibilidad de asamblea constituyente y el presidente del PS promueve el rol del Parlamento en vez de una asamblea.

Me preocupa que haya parlamentarios de la Nueva Mayoría que digan que no hay ninguna posibilidad de asamblea constituyente. Debemos tener claridad de que si en este Parlamento, en el cual tenemos mayoría, no somos capaces de cambiar la Constitución como hay que hacerlo, habrá un movimiento social muy fuerte y, en definitiva, se va a producir un cambio constitucional por vías que no son institucionales. Me parece un error decir que nunca habrá una asamblea constituyente.

¿Cree que esos parlamentarios pueden provocar un efecto negativo que terminará impactando en la adhesión a Bachelet?

Me preocupa la miopía, el cierre de los ojos frente a un Chile demandante y distinto. Si no hay un cambio de verdad al binominal, en materia educacional, de salud, reformas tributarias, si no existe un gran convencimiento de que la Carta Fundamental debe ser plenamente democrática, le haremos un flaco favor al proyecto que está encabezando Bachelet.

¿De qué sirve un acuerdo entre la DC y el PRSD en la Cámara si en temas fundamentales como éste no hay acuerdo?

Nosotros tomamos una decisión de un acuerdo administrativo en el ámbito parlamentario. Pero además tenemos la convicción de que es necesario debatir ideológicamente con la DC. Me interesaría realizar un seminario con la DC, en la cual se hable desde nuestra perspectiva, del Estado y del cambio constitucional.

¿Sería un fracaso del ala progresista de la Nueva Mayoría que la reforma a la Constitución se vehiculice a través del Congreso?

Uno no tiene que enamorarse de sus propias ideas, tiene que lograr los objetivos y el nuestro es lograr una Constitución democrática. Nuestro problema y nuestra advertencia es que creemos que con este Parlamento es muy difícil llegar a una Constitución democrática y representativa, que es lo que Chile quiere.

Dirigentes estudiantiles ya adelantaron que se movilizarán desde el día 1 del gobierno de Bachelet. ¿Cuáles son, a su juicio, los plazos adecuados para el envío de las reformas principales?

Es indispensable que la ciudadanía y los estudiantes entiendan que estos procesos no son de la noche a la mañana, que requieren de tiempo. Hay que esperar la presentación de los proyectos, los parámetros que Bachelet determine y fiscalizar que eso se cumpla. Si no se cumple en los plazos, existe el legítimo derecho de movilizarse. Pero partir no creyendo y no dando espacio, es un error.

De no participar en un futuro gabinete, ¿Dónde continúa su carrera política?

Cuando tomé la decisión de no seguir en el Parlamento, abrimos una serie de trabajos en el mundo social, tenemos un par de fundaciones y trabajos con la sociedad civil. La vida política no se acaba ni en el gobierno ni en el Parlamento, podemos estar en distintas áreas. De la política no me voy a jubilar, vamos a seguir.