Los últimos seis meses no han sido fáciles para José Antonio Meade. Desde que asumió como secretario de Hacienda y Crédito Público de México en septiembre, el economista ha debido enfrentar un alto grado de incertidumbre tras el triunfo de Donald Trump.
A pesar de las críticas realizadas por el mandatario, Meade confía en que ambas partes podrán llegar a un entendimiento a través del diálogo.
El viernes, la autoridad estuvo en Santiago para participar en una reunión con sus pares de la Alianza del Pacífico. En esta entrevista exclusiva con La Tercera, analiza el complejo escenario que vive su país y los contactos que ya ha habido con el gobierno estadounidense.
¿Cómo han sido estos seis meses?
Han sido muy complicados, en los que México ha tenido que trabajar bajo un entorno de gran incertidumbre, pero no sólo estos seis meses han sido complicados, sino el último par de años. México ha enfrentado una disminución en su plataforma petrolera, un precio mucho menor del petróleo y ha tenido que trabajar en un entorno de un crecimiento global bastante anémico.
Al mismo tiempo, México ha venido acreditando que tiene una economía con fortalezas, cada vez más diversificada, donde las reformas estructurales aportan. Esos fundamentos son los que nos llevan a pensar que saldremos bien librados de este período de incertidumbre.
¿Qué impacto ha tenido hasta ahora la asunción de Trump sobre la economía mexicana?
Es interesante, porque previo a su llegada hubo una enorme volatilidad y gran incertidumbre y una vez habiendo él asumido se empieza a mandar señales de los dos lados de que hay espacio de diálogo, de que hay deseos de entendimiento y eso ha empezado a reducir la incertidumbre. Por los elementos profundos que anclan el destino y la relación de los dos países, estoy cierto que habremos de ser capaces de encontrar un arreglo que favorezca la integración y el desarrollo en conjunto a través del diálogo, la buena voluntad y buena disposición.
La semana pasada se reunió con el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin. ¿Qué fue lo que discutieron?
Fue una buena reunión, en donde los dos reconocimos la importancia que nuestros países tienen para el desarrollo regional compartido, en particular, el papel que juntos podemos jugar para asegurar la integridad de nuestros estados financieros en cuanto al lavado de dinero y combate al financiamiento del terrorismo. Reconocimos la importancia que tiene para los Estados Unidos una economía mexicana sólida y la importancia que tiene una buena relación entre ambos para asegurar una región norteamericana dinámica y competitiva.
¿Con qué sensación quedó después de esa cita?
Creo que fue un buen primer encuentro. Me parece que en él encontraremos un buen interlocutor y me parece que él se quedó con la convicción que en México encuentra también un buen interlocutor para temas que son muy importantes para Estados Unidos, para México y para la región en su conjunto.
¿Tienen planeado realizar otras reuniones?
Hay un diálogo permanente. El jueves estuvo en Estados Unidos tanto el canciller como el secretario de Economía, habremos de vernos seguramente en la reunión del G20 (esta semana) y en las reuniones de primavera del Fondo Monetario y del Banco Mundial. La relación entre México y Estados Unidos es de tal densidad que todos los días hay un contacto entre algún funcionario de las diferentes órdenes del gobierno, sea este un presidente municipal con un alcalde, un gobernador con su contraparte, hombres de negocios. Es una relación que implica un comercio de US$ 1 millón cada minuto, más de 1 millón de personas cruza legalmente la frontera todos los días, más de 370 mil camiones van y vienen diariamente, lo que la hace una de las relaciones bilaterales más importantes y con más densidad del mundo y, por lo tanto, una en donde el diálogo entre ambos es cotidiano, frecuente y diversificado.
¿Qué opina de las críticas que ha realizado Trump al comercio bilateral?
El comercio es una actividad que no es de suma cero, en donde no hay ganadores y perdedores, sino en donde todo el mundo gana. Así consideramos que ha sido el comercio con Estados Unidos, genera prosperidad a ambos lados de la frontera.
¿El presidente se equivoca cuando centra sus ataques en México?
Claramente son diferentes visiones y me parece que el mejor instrumento que podamos aportar en un diálogo que empieza con una nueva administración es el de reiterar el respeto, la amistad y el aportar información, análisis y la convicción de que hay espacios para que México y Estados Unidos prosperen juntos.
En cuanto a los flujos migratorios, ¿han visto un mayor retorno de mexicanos?
México ha tenido un flujo migratorio neto cero o negativo desde 2009, esto es, México lleva observando por más de siete años que son más los mexicanos que regresan que los que se van. Es un tema importante, que admite cada vez mayores matices y que tiene que verse desde el ángulo del respeto de la soberanía, pero también de los derechos humanos. Es un diálogo en donde México pone, y estamos seguros que Estados Unidos comparte, que la dignidad y los derechos humanos deben respetarse. Es lo que habremos de buscar privilegiar en el diálogo.