¿Se ve una mejora en los resultados de los alumnos en comparación a la última prueba Pisa?
Hay una leve mejora de la puntuación promedio en los tres dominios durante los últimos tres años, lo cual muestra un grado significativo de resiliencia del sistema escolar chileno, pues a pesar de las perturbaciones y desarreglos causados por las políticas del sector, no ha habido un retroceso, como se podía temer. Es probable que con políticas bien dirigidas habríamos podido mejorar más aún en la eficacia de los colegios.
En todo caso, un problema central que arrastra nuestro sistema es que hay casi uno de cada cuatro alumnos que rinden por debajo del umbral mínimo esperado en los tres dominios cognitivos claves. Este es el mayor drama de la educación chilena, donde se expresan y sintetizan todos los problemas y desafíos. Significa condenar tempranamente a muchos de nuestros niños y adolescentes de hogares de menores recursos a no poder aprovechar las oportunidades que ofrece la sociedad al final del colegio, debido a la escasa efectividad de los colegios a los que asisten.
En ciencias, el porcentaje de alumnos bajo el nivel 2 cayó de 39,7% a 34,8%. Sin embargo, los alumnos sobre nivel cinco, el más alto, bajaron de 1,9% a 1,2%. ¿Qué significa esto?
La disminución del porcentaje de alumnos de rendimiento inferior al umbral mínimo es siempre una buena noticia y en este caso es de cinco puntos. Lo que ocurre en la cúspide, entre alumnos de alto rendimiento, es una variación no significativa. Lo que debe preocupar es que sean tan pocos. Eso refleja un sistema que es poco motivador y poco exigente con sus alumnos de buen desempeño.
¿Qué tan lejos estamos aún de los resultados promedio?
Estamos todavía a una distancia importante. No imposible de cubrir, pero digamos que nos tomará un buen tiempo recorrer, hasta situarnos en torno al promedio de los países Ocde. Estamos a la cabeza dentro de América Latina, sin duda, pero bastante lejos todavía de España o Portugal. El gran esfuerzo tendremos que hacerlos entre los cero y cinco años, antes que los niños ingresen al primer grado.
¿Qué tan profundas siguen siendo las diferencias entre alumnos vulnerables y estudiantes con mejor nivel?
Esto ocurre en la mayoría de los países del mundo y en Chile, como en el resto de países latinoamericanos y de otras regiones, hay brechas que vienen de la cuna y que necesitamos corregir. Pero creo que es bastante zonzo seguir insistiendo en que Chile es el país con la educación más desigual del mundo, pues en Pisa hay varios, en torno a 10 indicadores de desigualdad, y Chile tiene diferentes posiciones en cada uno de esos indicadores. La desigualdad es, pues, multidimensional y hay que analizarla minuciosamente y en serio en cada dimensión y ver en cada una cuál es el próximo paso que podemos dar. Mientras no alcancemos ese acuerdo y usemos el tema de la desigualdad como bandera para polemizar, poco avanzaremos.