A José Letelier le llega particularmente de cerca la tragedia que vive Chapecoense. En 1987, el arquero y tres compañeros (Parko Quiroz, Francisco Huerta y René Pinto) fueron facilitados por Colo Colo a Alianza Lima, que buscaba reconstruirse después del accidente aéreo que le quitó la vida a 43 personas, entre ellos 16 jugadores, seis integrantes del cuerpo técnico, cuatro auxiliares, ocho hinchas, tres árbitros y seis tripulantes.

El 'Pulpo' recuerda con nitidez una de sus primeras escenas en el camarín del cuadro limeño. "Encontramos mucha incertidumbre. Por un lado, lo que sucedía con la tragedia y por otro, cómo nos iban a recibir, si la ayuda iba a provocar un efecto positivo en lo deportivo.Nos encontramos con un camarín muerto, con poca vida. Habitualmente son alegres, pero allá estaba devastado. Había que involucrarse, empatizar y salir adelante. Con el tiempo y los partidos, pudimos ir saliendo adelante", dice a La Tercera.

Desde esa experiencia, explica que "cuesta abstraerse. No se puede dar vuelta la página, requiere mucho tiempo. Se vive una gran conmoción. Cómo la vivirán en el tiempo es incierto. Lo primero es tratar de ver otras cosas, sobre lo deportivo".

Letelier sostiene que, pese a lo traumático del golpe, Chapecoense podrá levantarse. "Es posible la reconstrucción, no cabe duda. Otros clubes que han sufrido estos problemas lo han podido hacer. Habrá colaboración de otros clubes, jugadores a préstamo. Se verá en su momento", agrega.

Finalmente, rescata lo favorable de la experiencia. "A nosotros nos deja una parte positiva. Fue una colaboración humanitaria que luego se vio respaldada por rendimiento deportivo. Se sumaron jugadores que estaban retirados,  como Teófilo Cubillas y  César Cueto y otros que vivían los últimos momentos de su carrera, como José Velásquez. Queda una satisfacción y un recuerdo por lo que hizo Colo Colo y una hermandad. Fui hace poco a Perú, visité el estadio de Alianza y, por más que las generaciones han cambiado, existe ese cariño y ese respeto", concluye.