José Maldifassi Pohlhammer, máster en Ingenieria Nuclear del Massachusetts Institute of Technology (MIT), no teme ser políticamente incorrecto. Categórico, asegura que tras el terremoto en Japón y el desastre en la planta de Fukushima, Chile postergará la discusión nuclear en 25 años y que, dado eso, la única solución energética a mediano plazo es aprobar HidroAysén y tener más centrales a carbón y eólicas.

Pero el también profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez cree que los efectos en la salud de la radiación de la central Fukushima en la población japonesa es "estadísticamente insignificante".

A su juicio, a largo plazo será imposible para Chile eludir la posibilidad de tener energía atómica como fuente energética. Para ello, considera primordial aprender de la crisis japonesa. "La primera lección es que de instalarse centrales nucleares en Chile, éstas deben ser de la última tecnología, con capacidad de soportar sismos grado 9 o más (...) La instalación debe ser protegida contra la eventualidad de un maremoto. Los reactores deben ser construidos en zonas de muy baja densidad poblacional, con el fin de minimizar el riesgo para la población aledaña (...). La tercera lección es que en caso de un terremoto y/o maremoto, no todos los reactores de un parque extendido se verían afectados; es decir, sólo algunos se pararían en la zona aledaña al terremoto, pero que otros en zonas más alejadas podrían seguir operando", afirma.

¿A la luz de lo ocurrido en Japón habría que abortar la discusión nuclear en Chile?
Plantear que en Chile se construyan centrales nucleares generaría una tremenda oposición política y social, por lo que no recomendaría que estudios relacionados con este tema se continúen (...). La discusión nuclear en Chile se va a postergar 25 años, pero en 25 años la discusión va a ser imprescidible. Así de escéptico soy (...). Esto significará que el crecimiento de la capacidad instalada, al menos por los próximos 20 años, será principalmente vía centrales a carbón, ya que más centrales que empleen gas licuado natural lo veo cada vez más difícil, porque su precio subirá por mayores demandas y por la escasez creciente del mismo.

¿Y qué otra solución energética  hay en el mediano plazo?
HidroAysén es imperativo, dado que no hay otras fuentes en este momento. También hay que continuar impulsando la generación eólica. Lo otro que hay que hacer es comenzar a renovar centrales a carbón muy antiguas, como es el caso de Ventanas.

Si de usted dependiera, ¿dónde colocaría una planta nuclear en Chile?
Los reactores nucleares se deben construir cerca de sumideros de calor, sean éstos el mar, lago o un río de caudal permanente. De estos últimos no tenemos muchos en Chile. Por tal motivo, la única alternativa a la instalación de reactores lejos de la costa es en los lagos de la zona centro-sur del país. No veo que una propuesta como esa vaya a tener una elevada aceptación social.  Esto significa que la única alternativa posible sería en la zona costera. Dentro de tales ubicaciones se tiene, entonces, la zona de Mejillones para suministrar electricidad a la industria minera, o entre Huasco a Pichilemu por la zona central (...) Este es indudablemente un tema técnico que debe ser analizado muy en detalle en cada caso particular.

En el caso chileno se ha hablado de usar plantas nucleares modulares.
A la fecha no se ha construido ninguna central modular en el mundo, por tal motivo, creo que la tecnología es muy embrionaria como para que Chile sea el primero en emplearla. Desde un punto de vista técnico, el concepto es interesante, ya que con tales centrales éstas van creciendo en la medida que la demanda aumenta. Desde un punto de vista de la seguridad, no es que al hacerlas modulares éstas sean más seguras, sino que depende del tipo de reactor pequeño que se emplee.  Hay ciertos tipos de reactores que ante la falta de refrigeración de emergencia tienen un amplio margen de seguridad, pero a la fecha tampoco se ha construido ninguno en el mundo. Si en Chile se llegan a construir centrales nucleares de potencia, yo tendería a recomendar las más maduras en su tecnología y no las más innovadoras, ya que tienen potencialmente una mayor probabilidad de fallas.

¿La nueva tecnología en materia nuclear es más segura que la de Fukushima?

Las centrales de tercera generación, como la de Finlandia, efectivamente han incorporado mejores medidas de seguridad que las centrales construidas hace 40 años, como las de Fukushima. Se han depurado conceptos tecnológicos que mejoran la seguridad y también se ha invertido más plata en hacerlas cada vez más seguras. Toda tecnología de hace años tiende a tener menores medidas de seguridad que la actual, lo cual se aplica a aviones, autos, centrales a carbón y también las nucleares.

En el caso de Fukushima, no creo que haya habido negligencia, ya que los reactores se apagaron en forma segura y estuvieron alimentados y refrigerados con poder de emergencia durante cerca de una hora, hasta que el tsunami destruyó la capacidad de generación de emergencia y es ahí cuando comenzaron los problemas. Cabe destacar que el sitio de emplazamiento de los reactores contaba con una barrera de protección anti tsunamis de dos metros, la cual fue ampliamente sobrepasada por la ola de 10 metros que arrasó con las instalaciones auxiliares del sitio. Es imposible evitar daños a instalaciones industriales de cualquier tipo ante la cantidad de energía que fue liberada por el terremoto y por el tsunami. Casi todo lo que fue afectado por estos dos fenómenos naturales dejó de funcionar. No se le puede pedir a una tecnología en particular, en este caso la nuclear, que sea indemne ante la acción de eventos devastadores como los mencionados (...). Que las centrales nucleares hubieran salido indemnes sería mucho menos creíble que lo ocurrido.

¿Cuál será la principal consecuencia de esta crisis nuclear en Japón en términos de industria, radiación y salud de la población?
La industria nuclear se verá seriamente afectada y cuestionada, debiéndose a futuro cerrar varias plantas que presenten condiciones de inseguridad como las de Fukushima. Se deberá invertir cantidades crecientes en mejorar la seguridad en aquellas plantas que sean permitidas de continuar operando. Debido a la reducción en la generación eléctrica, por varios meses se experimentarán apagones y en el mediano plazo se deberá construir nuevas centrales, ya sea a carbón o gas natural licuado, con un aumento significativo en el costo de la electricidad para los japoneses.

Alrededor de la central se depositará material radiactivo que dificultará la habitabilidad en la zona, debiendo los habitantes contiguos a la central emigrar hacia otros sitios, con el consiguiente costo social. El terreno quedaría imposibilitado de ser ocupado al menos por unos 50 años, cuando la radiación artificial haya decaído y se haya casi igualado a la radiación natural existente antes del accidente. Los efectos de la radiación afectarán principalmente a los técnicos, operarios e ingenieros que heroicamente han estado trabajando para mitigar las consecuencias del accidente. Ellos serán los que experimentarán una mayor probabilidad de contraer cáncer, más que el resto de la población. El resto de la población, dadas las medidas adoptadas por el Gobierno de Japón, prácticamente no verán afectada su salud y los muy pocos casos de posibles enfermedades derivadas de la radiación no podrán ser distinguidos estadísticamente del total de la población afectada por la misma sintomatología.

Pero en Tokio se determinó que la radiación era 20 veces mayor que la normal...
No se puede demostrar que en 25 años más una persona contraiga cáncer al pulmón dado que en el año 2011 estaba en Tokio cuando aumentó 20 veces la radiación. Y, además, 20 veces sobre los niveles normales sigue siendo no significativo en términos de los efectos de la radiación sobre las personas.

En Chernobyl el efecto medido en la salud de la población cercana fue importante ...
En Chernobyl la cantidad de material radioactivo que se liberó fue gigantesca y abarcó a una población potencial de 300 millones. En Japón se evacuó a la población y los vientos soplan desde la tierra al mar, así que toda la radiación va a ser evacuada hacia la atmósfera y el Oceáno Pacífico. Además, no hay 300 millones de personas. Los efectos estadísticamente no son significativos desde un punto de vista médico.

¿Cómo pueden afectar a Chile los problemas nucleares y la radiación en Japón? ¿En términos teóricos puede llegar la radiación al país a través de pájaros, peces, viento, etc.?
El efecto será totalmente indirecto a partir más de situaciones económicas indirectas, que derivadas de la radiación emitida. Japón comprará menos de nuestros productos y aumentará el precio de los combustibles a nivel internacional, ambos factores afectándonos negativamente.  Los vientos en los hemisferios Norte y Sur prácticamente no transfieren material entre ellos, son sistemas muy separados por las corrientes de altura. Por tal motivo, la radiación que pudiera eventualmente afectar a Chile será mínima o inexistente en el corto a mediano plazo (un mes), con nulos efectos absolutos para la salud de las personas. 

Adicionalmente, la radiación no tiene capacidad de reproducción, por lo tanto, el material radiactivo que traiga un pájaro si no lo mata en el camino, lo que llega acá es nulo, despreciable, y no tiene perjuicio para el ser humano.