Cuando en mayo de 2012 la junta directiva de Azul Azul eligió por unanimidad a José Yuraszeck como presidente de la "U", los objetivos de su mandato se enmarcaban obligatoriamente en un período de tres años. En este contexto, hasta mayo de 2015 llegaba el mandato del mandamás, lo que impensadamente cambió cuando en el primer semestre de este año la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) obligó a Azul Azul a efectuar una nueva elección de miembros del directorio, designando al menos uno independiente (elegido por los accionistas minoritarios) y luego constituir el comité de directorio, como exige la ley.
Así, el 15 de mayo de 2013, Yuraszeck fue ratificado como timonel, mientras que Andrés Weintraub y Sergio Weinstein asomaban como las caras nuevas de la mesa y a la par se cumplía con la ordenanza legal de la SVS.
Sin embargo, la elección donde se incorporó a un independiente entre los 11 directivos implicó que automáticamente el plazo del mandato del reelecto presidente se extendiese un año más, vale decir, hasta mayo de 2016.
"Impensadamente se extendió el período del presidente en un año. Prácticamente todo esto pasó inadvertido, pero la ordenanza de la SVS, que se cumplió, implicó que los tres años de mandato comenzaran a correr ahora, a partir de mayo, en la elección que ordenó el ente fiscalizador (SVS), y no cuando asumió en 2012", cuentan en la cúpula azul.
Los 12 meses extras que sumó Yuraszeck son vistos también como claves para cumplir con el principal proyecto del club: el estadio propio, meta que en un principio se contemplaba para 2015 y que ahora, con el nuevo plazo, sumó un nuevo aire.
Asado permitido
Asimismo, ayer en Azul Azul se encargaron de aclarar que "el plantel estaba autorizado para realizar un asado el martes. Están concentrados los sábados y domingos y por eso no hubo problema alguno en que lo hicieran a las cinco de la tarde. Tomarse una cerveza no tiene nada de malo, además, ¿qué asado se come con agua mineral?", aseguró uno de los máximos jerarcas del club.