Hace 10 años, la ecuación de nuevas divas y soul retro todavía no arrojaba resultados. Amy Winehouse y Adele eran nombres anónimos, lejos del mito que forjó la primera y el fenómeno que rodea a la cantante de Rolling in the deep. En 2003, sin embargo, una niña de 16 años, Joss Stone, entraba al radar del pop global desempolvando un repertorio que iba desde Aretha Franklin hasta The White Stripes, dentro de un debut titulado The soul sessions.
"Adele y Amy iban a hacer esa música de todas formas, sin importar lo que yo hiciera. Pero cuando pasa algo así, cuando tienes éxito con un género, los sellos saltan a buscar algo similar. Pienso que es hermoso que haya ocurrido, pero no soy responsable del arte que surgió de esa gente", explica Joss Stone al teléfono desde Buenos Aires, última parada antes de viajar a Chile.
Joss Stone vuelve al país para cantar este domingo, en Movistar Arena (entradas vía Ticketek, entre $ 19.800 y $ 55.000, más cargo por servicio), tras su primer concierto en 2008. Sobre ese debut, la cantante de Super duper love guarda pocas memorias, "más que un concierto en el que lo pasé muy bien", aclara. "No pasé demasiado tiempo en Santiago como para relatar algo. Cuando estoy trabajando, estoy trabajando: no tengo mucho tiempo más para disfrutar el lugar. Tengo que dormir y portarme bien. Pero siempre tengo tiempo para cantarle a la gente, lo cual es el punto de estos viajes".
Ese es el objetivo de la visita para este domingo y el libreto es similar: "Para mí es muy simple. Se trata de hacer música lo mejor que podemos y compartir con un rato lleno de soul". Chile será la última escala de esta gira. "Luego, me voy a casa. Mi voz está cansada, pero yo no. Estoy feliz", comenta.
Dos regresos
La segunda aparición de Stone en Santiago estará centrada en su último trabajo, The soul sessions Vol. 2, donde repite la fórmula de su debut: clásicos del soul firmados originalmente con gente como The Dells o The Chi-Lites, salpicado de algún éxito reciente en clave negra, en este caso, The high road de Broken Bells.
"Sólo hago música y trato de llevársela a la gente lo más rápido posible. Después pienso en el hecho que han sido casi 10 años desde la primera parte de este disco. Pero no es algo que no hago deliberadamente", explica la voz británica sobre la secuela. Para The soul sessions Vol. 2, Stone unió fuerzas con el mismo productor que la descubrió, Steve Greenberg, y descartó además, un disco de canciones originales, Homemade jam, que venía trabajando desde hace su anterior trabajo, Lp1. "Nunca lo terminé. Está totalmente descartado", dice.
Antes de su último álbum, Joss Stone formó la banda Superheavy y publicó un disco junto al cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger, y el músico Demian Marley. Dice que no hay planes de continuidad para ese proyecto. "Es así con Mick. Colaboramos desde que yo tenía 17 años. Para él basta con poco: 'Esta chica tiene una gran voz y quiero cantar con ella'. Puede trabajar con quien quiera. Así funciona".