Hace cuatro años, en vista de las elecciones luego ganadas por Barack Obama, muchos de los jóvenes de las grandes ciudades de China simpatizaban por él y en las calles de Beijing se llegaron a vender camisetas con su imagen vestido como Mao Zedong.
Ahora la situación no es muy diferente y, según un sondeo publicado días atrás, el 63% de los chinos simpatiza por el mandatario que el próximo martes busca la reelección para la Casa Blanca.
Quizás con menos entusiasmo que en esas elecciones, muchos jóvenes del coloso asiático siguen viendo al primer presidente norteamericano de color como un símbolo de esperanza para el futuro, incluso para la misma China.
El jefe de la Casa Blanca cuenta con una buena base de simpatía, como confirmó un sondeo publicado en estos días por el instituto Afo-Ipsos, según el cual el 63% de los chinos está a su favor.
También es cierto que el republicano Mitt Romney ha en estos meses ganado algunos puntos entre la opinión pública a raíz de su pasado de hombre de negocios.
En un país donde el "business" atrae como un imán, un perfil como el de Romney gusta mucho, sobre todo en la extensa clase media de China, que apunta a enriquecerse cada día más, objetivo definido como "glorioso" por el "pequeño timonel" Deng Xiaping, quien hace ya mucho tiempo puso en marcha las reformas económicas.
La mirada, y las preferencias, que los dirigentes políticos chinos tienen hacia las elecciones de Estados Unidos es muy diferente. Pese a que no lo dicen abiertamente, se inclinan hacia Romney, hecho que emerge en algunos comentarios de los diarios, todos controlados por el partido.
Esta simpatía hacia los republicanos se remonta al tiempo de la normalización en las relaciones Washington-Beijing, cuando al poder en los EE.UU. estaban Richard Nixon y Henry Kissinger, quien sigue siendo un buen amigo de China.
Donde ambos candidatos -tanto Obama como Romney- salieron perdiendo fueron en los debates pre-electorales, que en este país suscitaron mucho interés y fueron seguidos por millones de personas: los dos criticaron duramente la política comercial y monetaria de Beijing.
"Esperemos que superada la campaña electoral, tanto Obama como Romney hagan algo de constructivo a favor de nuestras relaciones bilaterales", destacó días atrás el vocero del gobierno, Hong Lei, comentando uno de los debates.