Todos los especialistas coinciden en que el aumento de la diabetes en los jóvenes es preocupante y grave.
Según la Tercera Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016-2017, el 1,8% de la población entre 15 y 24 años tiene niveles elevados de azúcar en la sangre, esto es, alrededor de 48 mil jóvenes.
Carmen Lía Solís, directora médica de la Asociación de Diabéticos de Chile (Adich), cree que el aumento de casos en este grupo de la población es una situación particularmente grave, porque estas personas vivirán más años con una enfermedad crónica, y si no se cuidan y controlan mensualmente les puede causar severas complicaciones a los 10 a 15 años después del diagnóstico. "Los jóvenes tienen menos responsabilidad de cuidarse de esta enfermedad, porque es silenciosa, sin síntomas y sin dolor. Entonces, pasan los primeros años después de ser diagnosticados, ignorándola. Así tendrán más licencias y más conflictos de salud en toda la etapa laboral, entre los 30 y los 50 años", explica.
Infartos tempranos
Si la diabetes se inicia a edades tempranas, también las complicaciones pueden llegar antes y los jóvenes que hoy tienen diabetes podrían tener un infarto a los 35-40 años, señala Carmen Gloria Aylwin.
Además, agrega, "esta población no acude al médico para controles preventivos, pese a que de acuerdo a los programas de salud toda persona mayor de 15 años puede acceder a un chequeo preventivo que incluye la glicemia".
Cuando llegan a la consulta pacientes que son adolescentes o jóvenes y son diagnosticados con diabetes, no se sorprenden mucho, dice la diabetóloga de Clínica Las Condes Verónica Araya. "Generalmente, estos pacientes tienen problemas de peso desde que son niños y ya traen diagnóstico de obesidad, sobrepeso o resistencia a la insulina. Más que una sorpresa para ellos, el diagnóstico de diabetes es asumir que no lo hicieron bien antes", indica.
Sin embargo, Paula Margozzini, investigadora del Departamento de Salud Pública de la U. Católica y directora de la ENS, dice que el aumento se debe tomar con cautela. Especialmente, en este tramo de edad. "Las prevalencias son bajas y el tamaño muestral de este grupo es el menor de la ENS, por lo que la precisión del dato puede hacer difícil concluir sobre diferencias estadísticamente significativas", señala. Así, el 1,8% de las personas con diabetes en esta encuesta puede ir entre 1% y 3,5% si se considera el intervalo de confianza. "Es decir, el verdadero valor puede ir entre 27 mil y 94 mil personas diabéticas en ese tramo de edad", precisa Margozzini.
No obstante, según Marcia Erazo, jefa del Programa Nutrición de Poblaciones de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, en las muestras aleatorias siempre hay probabilidad de tener un sesgo, pero los valores que se obtienen son reales y se estiman con un intervalo de confianza. "Hay que creer en este aumento. Son siete años de diferencia entre las dos encuestas y este incremento en los jóvenes es consistente con el aumento a nivel nacional", señala.