"Pienso estar unos 40 años en el cargo", dice entre risas Juan Andrés Camus, al preguntarle cuántos años pretende ejercer como presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS), rol que estrenó esta semana y que lo instaló al centro de los flashes y las cámaras. Sentado en un amplio sillón de cuero negro, que ocupa parte de la oficina de decoración neoclásica en La Bolsa 64, Camus -quien también es socio de la corredora BTG Pactual- habla sin prisa, como pensando cada frase que dice. Su antecesor, Pablo Yrarrázaval, estuvo 25 años en el cargo, pero él afirma que asumió teniendo presente que deberá permanecer al mando del centro bursátil por los próximos tres años, el mismo período que corresponde a un director. Dice que luego los accionistas, y el directorio elegido por éstos, decidirán.
Ha dicho que entre los desafíos que enfrentará la Bolsa bajo su mandato están la transparencia y los conflictos de interés al interior de las instituciones, ¿por qué el énfasis en los conflictos de interés?
Porque es uno de los aspectos relevantes para avanzar en hacer más transparente, de cara a la opinión pública, el actuar de los corredores de Bolsa y de cualquier institución. Las personas que enfrentan potenciales conflictos de interés se ven cuestionadas ante la opinión pública para tomar resoluciones y opinar en determinados temas. Aun cuando hay muchos casos en que el conflicto no es explícito, la prudencia indica que en esas situaciones lo que uno debe hacer es abstenerse. Como dice el dicho: no sólo hay que serlo, sino parecerlo.
¿Qué conflicto de interés ha visto últimamente que lo lleva a priorizar el tema?
Hay diversos aspectos donde los conflictos de interés se han puesto de manifiesto, y nuestra obligación es evitar que el público en general haga esos cuestionamientos. Son cuestionamientos del público más que de índole legal, entonces tener preocupación porque los conflictos de interés no estén presentes en los procesos o tomas de decisiones me parece extremadamente importante, en cualquier organización o grupo de personas.
Pero ¿cuáles ve concretamente?
Desde luego, los conflictos que puedan existir entre los corredores y sus clientes, así como puede haberlos entre directores de sociedades anónimas abiertas con directores de la Bolsa, eventualmente, conflictos potenciales.
¿Es un conflicto de interés estar en el directorio de la Bolsa y en la mesa de empresas abiertas, como Pablo Yrarrázaval y León Vial?
La ley permite que los directores de la Bolsa de Comercio puedan ser directores de sociedades anónimas abiertas, cosa que no está permitida para los directores de las corredoras de Bolsa. No sé qué antecedentes habrá tenido el legislador para normarlo de esa manera, pero creo que hay un conflicto potencial, no un conflicto permanente.
¿A qué se refiere con conflicto potencial?
El conflicto potencial es cuando se enfrentan situaciones que puedan afectar a los inversionistas y también a la Bolsa. Ese tipo de situaciones debe manejarse con la debida prudencia, aun cuando está normado, porque la ley así lo permite. En este caso (Yrarrázaval y Vial), más que un conflicto de interés, hubo una situación en que como directores tuvieron que enfrentar una disyuntiva de una transacción para un aumento de capital, que finalmente fue bien resuelto, porque operaron los mecanismos legales para ordenar esa transacción y que pudiera ser exitosa.
Pero en términos teóricos, de la figura que planteaba recién, ¿ve un riesgo ahí?
Hay un riesgo ahí, que es justamente que el público o los inversionistas puedan interpretar eso como un conflicto, siendo que es una cosa que está permitida por la ley. Pero son dos cosas distintas, una es cómo está la reglamentación y el orden jurídico, y otra, cómo las personas definen su actuar.
Más allá de lo que permite la ley, ¿cree que eso debe revisarse?
Diría una cosa distinta: como directorio de la Bolsa de Comercio y en mi caso, como presidente, quiero conversar con el Poder Ejecutivo y Legislativo, en todas aquellas materias que sean propias de las sociedades anónimas abiertas, para darles nuestra mirada desde el punto de vista bursátil.
¿Usted tiene algún conflicto de interés con BTG Pactual?
Con BTG Pactual pienso que no, porque no es una empresa que está listada en la Bolsa de Santiago. Es una sociedad anónima abierta en la Bolsa de Brasil. No tenemos una relación en este mercado directamente con inversionistas.
Pero trabajan con inversionistas locales…
Pero de transacciones que se puedan realizar en el mercado brasileño. Pero eso puede ocurrir no sólo en Chile, sino en Perú, Colombia, EE.UU., México o Europa, donde hay inversionistas que son accionistas de BTG Pactual.
¿Va a continuar en BTG? ¿No ve ninguna incompatibilidad?
Soy socio y director y ese papel lo voy a mantener, porque creo que no tiene ninguna incompatibilidad. Y si la veo, me voy a abstener. No tengo ningún cargo ejecutivo. Mis responsabilidades hoy están solamente sobre las operaciones en Chile y, parcialmente, en Perú.
Tenía un acuerdo de permanencia de cuatro años, pero José Antonio Labbé ya se fue, ¿ha pensado retirarse?
No, no tengo planes en ese sentido.
¿Cómo va a compatibilizar estas dos funciones?
Para dedicarle el tiempo que necesita la Bolsa, he renunciado a varias otras instancias. Entre ellas, se cuenta mi participación en los directorios de Besalco y de AES Gener, los únicos directorios de sociedades anónimas abiertas en los que participaba, además de esta institución. Esa decisión ya fue formalizada e informada a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
¿Es partidario de la desmutualización de la Bolsa?
Como presidente de esta institución, no voy a promover mis propias convicciones, sino que fomentaré que tengamos un debate serio sobre la conveniencia de avanzar en una determinada dirección. Es una materia opinable y vamos a debatir. En lo que no estoy de acuerdo es en que no se analice la posibilidad de la desmutualización. Hay un estudio que se hizo en 2008 sobre este tema, que estoy revisando y que requiere actualización.
Pero más allá del debate, ¿tiene beneficios desmutualizar?
El gran beneficio que tiene la desmutualización es romper el eventual conflicto de interés que existe entre la Bolsa como supervisor de los corredores y la condición de accionistas de esos corredores. Diría que en este tema, la Bolsa chilena ha evolucionado favorablemente. En el pasado, la acción de la Bolsa tenía característica de escasez y no podía haber más corredores que el número de acciones que hay. Pero hoy hay mucho menos corredores que acciones y, por lo tanto, la escasez de acciones como barrera de entrada no existe. Además, en la condición accionaria actual de la Bolsa, hay accionistas corredores y hay accionistas inversionistas puros, no corredores. De hecho, en este directorio se integró un representante de un conjunto de accionistas que no son corredores de Bolsa y, eventualmente, tienen intereses distintos. Esa característica de una Bolsa desmutualizada se empieza a cumplir.
¿Pero la desmutualización da mayor garantía de romper con el conflicto de interés?
El tema de los conflictos de interés de alguna manera se ha ido resolviendo. Pero sin duda, si hay total independencia entre uno y otro, podría ser conveniente.
¿Cómo se integran los intereses de los distintos accionistas de la Bolsa?
Los intereses son bastante comunes, en el sentido de que a todos, corredores y no corredores, nos interesa que la institución tenga una rentabilidad apropiada, una gobernabilidad que refleje los intereses de todas las partes y que el prestigio de la institución se mantenga, con una debida supervisión de que el actuar de cada uno de los corredores se ajuste a la normativa bursátil.
Jaime Larraín Vial ha dicho que con la desmutualización, el control lo pueden tomar accionistas inapropiados, ¿ve usted ese riesgo?
En cualquier sociedad anónima abierta las acciones pueden ser adquiridas por accionistas que alguien califique de no apropiados, al menos de parte de la propiedad. En el mundo, la tendencia es que cuando las bolsas se desmutualizan, tienen una serie de restricciones a la propiedad, a las fusiones y a las compras de una Bolsa con otra, por ejemplo.
CASO CASCADAS
Un tema que ha remecido a la industria ha sido el caso cascadas. ¿Qué cosas concretas piensa impulsar para darle mayor transparencia a la Bolsa?
El Comité Ad hoc de Directores que analizó este tema entregó un documento que contiene diversas propuestas para mejorar las normas, las que fueron puestas a disposición del mercado para sus comentarios, los que en este momento estamos procesando. Espero que próximamente podamos dar un comentario final. Pero antes de eso también queremos recibir la opinión del Comité de Buenas Prácticas, que nos parece un elemento muy importante a considerar para combinarlo con estas recomendaciones que estamos analizando en la parte normativa.
¿Faltó proactividad por parte de la directiva a raíz del caso cascadas?
El caso cascadas tiene muchas facetas. Nuestro ámbito de acción son las transacciones que se realizan al interior de nuestra institución y, en general, lo que hemos revisado hasta aquí es que todas estas transacciones cumplieron con la normativa bursátil vigente. Ahora, hay otras facetas, respecto de las cuales no tenemos cómo informarnos ni tenemos competencia. No tenemos acceso a las actas del directorio de las sociedades anónimas, no tenemos información de cómo es el proceso de asignación de las acciones, porque esa información es propia de cada corredor de Bolsa. En consecuencia, sólo vemos la parte del cumplimiento de la normativa bursátil y, por lo tanto, no tenemos atribuciones para indagar ese tipo de cosas.
¿Y la tiene la autoridad?
Por eso existe una superintendencia, que sí tiene las atribuciones para fiscalizar las sociedades anónimas abiertas, conocer las actas, interrogar a los distintos actores y a los corredores de Bolsa. Si alguien está pensando que con una normativa distinta o con una Bolsa desmutualizada esto podría no haber ocurrido, es una opinión muy ligera. Podría haber ocurrido igual, porque el acceso a la información y a la interrogación del cumplimiento de la Ley del Mercado de Valores corresponde a la SVS. No tenemos ese rol, nuestro rol es el cumplimiento de la normativa bursátil. De hecho, los corredores de Bolsa reportan a la SVS, o sea, son supervisados por ellos y son ellos los llamados a supervisar ese tipo de eventuales anomalías.
¿Qué cambios a la normativa propondrán?
No quiero adelantarme, porque aún es materia de análisis, pero en grandes líneas, estamos revisando todo lo que es la mecánica de las órdenes directas y de los remates. Estamos analizando todo el proceso de transacción propiamente tal, viendo mecanismos para hacer más competitivo el mercado, de tal manera que pueda haber posibilidades de que en las transacciones que se realizan al interior de la Bolsa, efectivamente, pueda haber puja para que reflejen un valor que sea representativo de lo que está pensando el resto del mercado. También estamos viendo subastas de liquidez, cuando hay acciones que de repente saltan mucho de precio, generan una subasta para limpiar ese problema, en fin, hay un montón de cosas que estamos estudiando para que haya más transparencia y más competencia.
¿Adoptará el manual de buenas prácticas que elaboró el comité o piensa hacer algo distinto?
Vamos a trabajar en eso, de todas maneras. Ese es un comité que nos ha aportado mucho valor y lo vamos a tomar, no lo vamos a desechar.
¿El caso cascadas dañó la imagen de la Bolsa?
Si uno recoge las opiniones que están dando vueltas en el mercado, creo que tiene más tinte de haberla dañado que de haberla beneficiado. Neutro no fue. Hay un daño a la imagen del mercado bursátil. Esto, porque hay una acusación, hecha por la autoridad y que, obviamente, ha tenido gran impacto. Hay que ver cómo termina esta investigación para poder tener una opinión más categórica.
Una vez terminada la investigación…
Lo que sí puedo adelantar con toda claridad es que si han existido cosas mal hechas, las voy a condenar. Independiente de quiénes sean las personas. Y me parece que tenemos que preocuparnos de que aquellas cosas, independientemente de las personas, tienen que hacerse en forma transparente y apegada a la normativa y las buenas costumbres.
¿A qué se refiere concretamente, cuando habla de las cosas más allá de las personas?
A que hay problemas con personas y con instituciones, entonces creo que son dos cosas de índole distinta. Uno tiene que ver, al interior de esas instituciones, con cuál fue el grado de involucramiento que tuvo el actuar de una persona con respecto a la institución. No significa que una institución en su conjunto actuó mal. Y dos, puede haber actuaciones de personas que son de responsabilidad individual y que afectan a la institución, pero no es que la institución en su conjunto, ni con su gobierno corporativo, haya autorizado que una determinada persona actuara de una determinada manera.
¿Le parece correcto que haya salido Leonidas Vial del directorio?
Es una decisión personal; esta es una sociedad anónima donde funciona la democracia y donde cada accionista tiene un voto, en consecuencia, son los accionistas los responsables de saber a quiénes eligen como sus directivos. Lo veo como un acto de prudencia, pero es una decisión totalmente personal.