El senador de la UDI Juan Antonio dice estar "feliz", tras ser reelecto holgadamente como senador en El Maule, y subraya que es la primera vez que en esa región la centroderecha tiene supremacía. Dos días después, sin embargo, ya trabaja de lleno en la segunda vuelta presidencial. A contrapelo del ambiente que se ha generado en los últimos días, el parlamentario asegura estar optimista. "Sebastián Piñera ganará", sentencia.
Los números no fueron los esperados en la elección. ¿A qué se debe?
Pensábamos en lograr más de 40% y tuvimos un número levemente más bajo. Así también como (Alejandro) Guillier esperaba más de 30% y los números estuvieron abajo. Creo que hubo una dispersión de votos. Fue una votación distinta, de señales, en el entendido de que la segunda vuelta es en la que realmente la gente decide el tipo de gobierno que quiere.
¿Cómo debe enfrentarse la segunda vuelta?
Lo que yo quiero aportar es cómo situar en la mente de cada chileno qué es lo que sería cada uno de los gobiernos. Ya no estamos hablando entre ocho, sino entre dos candidatos, y ahora hay que tomar una decisión. Una señora del Maule me dijo que pediría, con humildad, que cada chileno por diez segundos pudiera imaginar lo que sería un gobierno de Guillier. No solo por la continuidad de Bachelet, sino por los apoyos curiosos que ha recibido. Porque el Frente Amplio ya dijo que sería oposición si sale electo. Yo miro esas declaraciones de quienes apoyan a Guillier y no veo un proyecto de común, sino solo las ganas del anti-Piñera, solo derrotar la alternativa y no construir algo. Ahora, si uno se imagina en otros diez segundos a uno de Piñera, ahí sí hay ideas y gobernabilidad.
¿Hubo exceso de triunfalismo?
Yo nunca pensé que íbamos a ganar en primera vuelta. Me lo preguntaron mucho, pero pasó que se instaló que decir que no se iba a ganar en primera vuelta era ser pesimista. Fue algo muy raro, ¡si uno estaba siendo realista! Se confundió pesimismo con realismo.
¿No le teme al antipiñerismo?
Puede ser que sea un elemento, pero creo que al final habrá racionalidad. Yo soy de los que está optimista. No soy de aquellos que están destruidos. Es muy propio el carácter de nuestro sector: exitista o pesimista. Tal como pensé que nunca íbamos a ganar en primera vuelta, sí tengo convicción de que vamos a ganar. Veo muchas más posibilidades de que Piñera gane a que pierda. Hay que compararse con Guillier sin hacer una campaña anti-Guillier, pues sería absurdo. Yo nunca había visto dos proyectos tan contrapuestos ni una elección tan estrecha, pese a que la de Lavín- Lagos sí lo fue, pero ahí había un cierto consenso, y dentro de ese marco uno estaba discutiendo variaciones sobre un modelo. Aquí uno está discutiendo visiones de Chile completamente distintas.
¿Se mantiene la estrategia como dijo Sebastián Piñera?
La estrategia se tiene que adaptar a las circunstancias y en la estrategia uno tiene una línea. El faro está claro, el punto es que uno puede llegar a él sorteando bien las mareas. La estrategia no es solo exhibir un programa de gobierno, de alguna manera es llevar a la persona a que asuma qué es lo que le conviene entre las dos alternativas.
¿Cómo ve lo ocurrido con José Antonio Kast?
No sé si ese 8% será bueno o malo. Sí creo que ese 8% asumía que ya iba a votar por Sebastián Piñera en segunda vuelta. Él hizo una buena campaña. Apuntó a un nicho y hoy hay que entender que las elecciones también son de nicho, sobre todo por el voto voluntario. Él hizo su pega, pero también planteó que está en condiciones de apoyar a Piñera y eso no lo veo en otros candidatos.
¿Cómo ve los resultados de su partido? No fueron los esperados.
31 diputados y cuatro senadores es un resultado razonable, pero objetivamente esperábamos un poco más y tenemos que revisar bien, con sentido de partido y oportunidad. Ahora la clave es concentrarse en la segunda vuelta. Luego discutiremos, porque, obvio, uno siempre no hace todo bien. Quizás no tomamos las mejores decisiones, pero eso es parte de la crítica política.
Hay voces en el partido que piden renuncia de la directiva…
Yo no funciono bajo esa lógica, uno siempre tiene que construir mejores soluciones sobre cosas que mejorar. No creo que después de un resultado de esta naturaleza uno tenga que decir que haya que quemar los muebles.