Había desaparecido por completo de los registros de Universidad Católica. De hecho, desde agosto del año pasado que no sumaba minutos en el cuadro estudiantil. Es Juan Carlos Espinoza, que pasó de cortado a titular en el empate 2-2 obtenido en Brasil por Copa Libertadores frente a Atlético Paranaense. Una apuesta de Mario Salas para reforzar la zaga que, pese a las dudas que generó entre los hinchas, terminó resultando de buena manera.

El ex Huachipato debió lidiar durante largo tiempo con la desconfianza del DT. También con sus problemas físicos, los que lo terminaron alejando de manera definitiva del equipo titular. Sin embargo, siete meses después, reapareció en la oncena y no defraudó.

El oriundo de Talcahuano se paró con confianza sobre la cancha del Arena da Baixada en Curitiba. Desbordó por la banda derecha, estuvo aplicado en la marca y fue una alternativa constante para el desahogo y la salida cuando los cruzados no lo pasaban bien, en los primeros minutos del encuentro. No tuvo problemas en la entrega del balón y su entrega y sacrificio se hacían evidentes ante cada carga del cuadro brasileño.

Su mejora física es evidente y, hoy, compite mano a mano el puesto de titular con Stefano Magnasco, que ha perdido terreno a ojos del DT durante 2017. "Ha tenido un tremendo cambio de actitud", acotan en la precordillera, sobre el actual nivel del Tortu, como le apodan en San Carlos de Apoquindo.

En Brasil, se fue reemplazado a los 67', para propiciar el ingreso de David Llanos, otro que ha recuperado terreno durante las últimas semanas. El nivel exhibido, eso sí, lo pone en carrera para adueñarse de la franja derecha también en el torneo nacional, donde los cruzados buscarán recuperarse de un magro inicio este sábado frente a Deportes Antofagasta.