Si había algo que seguramente no estaba en los planes de Marco Antonio Figueroa es que el verdugo de su sobrio invicto en la Universidad de Chile iba a ser precisamente el jugador que optó por desechar para la presente temporada. Juan Ignacio Duma, hoy defendiendo los colores de Palestino, liquidó las aspiraciones del "Fantasma" de iniciar un prometedor Clausura 2013-2014.
El argentino formado en la "U" cerró el partido soñado de Palestino. El juego se desarrolló tal como estaba escrito en el libreto de Emiliano Astorga, cediendo la iniciativa, pero cerrando las líneas defensivas para desatar la desesperación azul. Resultó, pues bastó que el rival bajara una vez la guardia para lanzar una sola estocada, suficiente para quedarse con los tres puntos.
Duma no necesitó realizar un partido descollante, ni ser el principal agente de peligro. Solo le bastó estar en el momento preciso en lugar preciso para empujar el balón dentro del arco ante la inútil estirada de Johnny Herrera. Apenas un gol, pero que significó bajar a un equipo que prometió ser protagonista y también para ubicarse en el grupo de avanzada, con dos victorias en línea.
El puntero trasandino, que había señalado en su llegada al elenco árabe que su meta era "demostrar que podía jugar en Palestino, en la "U" o en cualquier otro club", consolidó una temprana "venganza" contra un técnico que lo borró de la titularidad y con quien prácticamente no sumó minutos.
"Es un momento lindo, venir a Palestino y volver a convertir me pone muy contento. Hacía bastante (tiempo) que no convertía. Se me dio tras cinco o seis meses", expresó Duma al referirse a un gol que espera sea el primero para iniciar un camino a la consolidación definitiva.