Es el último artista en subir al escenario del 53° Festival de Viña del Mar, y lo hace bailando.

Un enérgico Juan Luis Guerra comenzó su presentación con canciones como La Bilirrubina y Te Regalo una rosa, éxitos inmediatos entre el público de la Quinta Vergara, que bailó al ritmo de su música.

El dominicano, que mantiene la energía de antaño, se ganó rápidamente al Monstruo, aunque uno de los momentos de más euforia fue cuando anunció que cantaría El Niágara en bicicleta, que dio paso a la presentación de su banda, 440.

Cuando quedaban minutos para las 2.00 horas, los animadores regresaron al escenario, para hacer entrega de la Antorcha de Plata, tras lo cual el artista comenzó a cantar un tema de su nuevo álbum, En el cielo no hay hospital.

Los animadores volvieron a pisar la Quinta Vergara, esta vez para entregar la Antorcha de Oro y las gaviotas, de Plata y Oro, ante la ovación del público. El dominicano respondió cantando A pedir su mano y un medley de bachatas románticas, frente a la Quinta que bailaba al ritmo de su música. Tras una nueva salida de Gómez y Araneda, comenzó a interpretar una lenta versión de Ojalá que llueva café en el campo.