"Si mis delanteros tienen seis balas y un revólver nosotros le damos un arsenal". Con esta frase, Juan Ramón Carrasco resume su estilo ultraofensivo de juego, aquel que mostró en Nacional de Uruguay y en Emelec y que hoy lo tiene como una de las opciones de Colo Colo para ser el reemplazante de Gustavo Benítez.

Si bien aún no hay una oferta formal, Carrasco sabe que su currículum está en el Estadio Monumental y es el mismo adiestrador el que confiesa a La Tercera su gusto por dirigir eventualmente al elenco de Macul.

"Es un equipo que seduce. Aquellos que hemos tenido la oportunidad de jugar en equipos grandes sabemos lo que representan. Sabemos que son clubes que están acostumbrados a cosas importantes y con hinchadas exigentes. Es algo que a uno le gusta porque está acostumbrado a convivir", apunta el ex jugador de Nacional.

Conocido a nivel sudamericano por ser un entrenador ultraofensivo, el ex DT de la selección uruguaya entre 2003 y 2004 no esconde sus ganas de llevar a Colo Colo aquel estilo que, para muchos, es considerado más osado que el de Marcelo Bielsa o Jorge Sampaoli.

Y Juan Ramón Carrasco es claro: "Mi propuesta es ser protagonistas, salir a ganar y apostar a jugadores con técnica. Los de mitad de cancha para adelante los dejamos liberados a la impronta de cada jugador, (pero) si tienen seis balas y un revólver nosotros le damos un arsenal".

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La campaña de Colo Colo durante el semestre es otro asunto del que Juan Ramón Carrasco revela su total conocimiento, comparándolo con la situación que viven otros equipos a nivel sudamericano, como Peñarol en Uruguay.

"A veces un entrenador elige jugadores de buen pie, pero si a ese jugador no se le dan los resultados entra la presión del hincha y el adversario y eso le juega en contra. Dentro de la cancha el jugador termina nervioso y no tiene el crédito del hincha, entonces pierde la precisión y todo", declara.

Más allá de los resultados, que ahora han sido positivos de la mano de los interinos Héctor Tapia y Miguel Riffo, uno de los aspectos que destaca Juan Ramón Carrasco es la presencia de Arturo Salah en la presidencia de Blanco y Negro, una especie de sello de garantía para los entrenadores quienes además deben "ganarse" ese apoyo.

"Si la mayoría de los presidentes de las instituciones fueran ex jugadores, como en Europa, sería distinto. Ellos conocen bien y saben dictaminar qué entrenador trabaja bien. Además, Salah fue entrenador y el presidente tiene que darle ese valor y ese respaldo a los DTs cuando se lo ganan con fútbol y por los trabajos de la semana que se ve domingo a domingo, no por ser amigo del presidente", cierra Carrasco.