A comienzos de 2007, mientras Juan Esteban Aristizábal terminaba de conquistar al público de América y Europa con La vida... es un ratico, en su natal Medellín se realizaban los funerales de Octavio Mesa, un deslenguado y singular cantautor campesino considerado el rey de la llamada "música guasca", precisamente, el estilo musical de zona antioqueña que Juanes reacomodó y electrificó para exportarlo a diversos mercados y alzarse como estrella global.
A casi diez años del lanzamiento de aquel cuarto álbum solista, y luego de varias idas y vueltas en su carrera, el autor de La camisa negra decidió volver a su casa. Literal y figurativamente. Secundado por sus paisanos Sky & Mosty, la joven dupla de productores detrás de los últimos trabajos de reggaetoneros colombianos como J Balvin, Juanes regresó a su ciudad de origen para registrar el que será su séptimo LP en solitario, Mis planes son amarte, con fecha de salida para 2017 y un primer single (Fuego) de letra sugerente y vocación fiestera, cuya estructura hace recordar éxitos pasados como A Dios le pido y Volverte a ver.
"Después de dar la vuelta al mundo volví a Medellín, a trabajar con mis amigos de la ciudad, en un disco que hice en mi casa, súper tranquilo y sin presión de nada", dice el cantautor de 46 años, de paso por Santiago para promocionar su próximo disco. Una visita exprés en la capital antes de viajar a Argentina -donde además de entrevistas actuará el sábado en un homenaje a Soda Stereo- y luego a Las Vegas (EE.UU.), donde la próxima semana participará en la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos.
Y aunque todas las señales de este nuevo LP apuntan a un regreso a las raíces, luego de un álbum con afanes experimentales y tibia recepción como fue Loco de amor (2014), en Mis planes son amarte Juanes no busca sólo apegarse a la fórmula de sus comienzos. De hecho, tal como hizo este año Beyonce, el colombiano apuesta esta vez por un "álbum visual", que a la edición de un disco físico y su versión digital, sumará el lanzamiento de un especial para HBO y el estreno simultáneo de 12 videoclips - uno para cada canción-, que mostrarán al cantante personificando a un astronauta y recorriendo el espacio y el tiempo. ¿El hilo conductor de esta historia episódica? "El amor eterno", explica el músico.
Si bien las canciones de este nuevo álbum las terminó en mayo, en los últimos meses trabajó exclusivamente en la parte visual de éste. ¿Por qué la idea de este lanzamiento poco convencional?
Cuando terminamos el disco nos sentimos muy contentos con el resultado final, y empezamos a pensar que si hacíamos un solo video para una canción, las otras canciones se iban a perder. Así que decidimos intentar esto, porque en el mercado latino no es muy común el tema de lo visual, aunque la tendencia dice que todo va para allá. Vivimos en tiempos en que todo está en YouTube.
Y en tiempos en que las canciones parecen pesar más que los discos.
Exactamente. Se consume mucha más música pero de manera muy efímera. Por eso con la idea de hacer el álbum visual tratamos de mantener el romanticismo del disco, de la obra completa. Tengo claro que es algo que no se puede controlar, cuando álbum vive en YouTube o en plataformas digitales ya depende de la gente la forma en que lo escuche, pero queríamos tener la certeza de que cada canción tuviera su propia historia.
En cuanto al sonido, ¿buscaba en este disco algo opuesto a lo que mostró en Loco de amor?
El disco anterior era mucho más personal e introspectivo, yo estaba buscando dónde ir en ese momento. Ahí ni siquiera usamos la guitarra eléctrica, fue un experimento que salió después de hacer el MTV Unplugged y tiene una energía muy diferente. En cambio, éste (nuevo álbum) va por los territorios de la guasca, la cumbia, el vallenato y todos estos ritmos populares que me gustan, mezclados con rock, funk y otras cosas. Es, finalmente, regresar a ese sello de mi música. Mi hermana siempre me preguntaba por esto, "si creaste ese género musical por qué lo vas a abandonar", y yo la verdad quería probar otras cosas. Pero lo chévere de la música es eso, crear algo diferente cada vez, y en este caso se sintió bien conectarme con mi primer disco solista, me hizo sentir cómodo.
¿Por qué reclutó a los productores de reggaetoneros como J Balvin? ¿La idea era ampliarse a un nuevo público tal vez?
Desde que hago música nunca he pensado quién va a escucharla. La música es siempre desde adentro, sale del estado de ánimo del artista o de lo que se quiere proyectar, y para mí este disco es sobre salir a la calle, ir a los clubes a bailar, disfrutar. De reírse del dolor un poquito. Y claro, después de varios años trabajando con otros artistas sentía la necesidad de producir mi música, y como no quería hacerlo solo le pedí ayuda a estos chicos súper talentosos que vienen de una corriente más urbana, más hip hop, que a mí me encanta.
¿Es muy distinto cómo enfrenta hoy el lanzamiento de un nuevo disco, en comparación a como era hace 10 o 15 años?
Hace 15 años sentía esa incertidumbre extraña por lo que podía ocurrir. Ahora tampoco lo sé, pero por lo menos estoy más tranquilo, estoy haciendo algo que artísticamente me motiva a salir a defenderlo, y la película y esos elementos lo hacen sentir como algo nuevo. Hoy tengo más certeza de lo que soy. Lo que pase después siempre es un misterio, lo importante es sentirse bien con el trabajo.
Mala gente
Como buena parte de los chilenos, Juanes despertó ayer con dos preocupaciones: el partido de esta tarde, que enfrentará a la selección de fútbol de su país con la de Chile, y el reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Un tema sensible para el solista, que vive en Miami junto a su familia hace varios años, y que el mes pasado participó en un recital "anti Trump" en San Diego, junto a Carlos Vives y Gael García Bernal.
"Hoy (ayer), lo primero que hice fue revisar los mensajes de Whatsapp de mis dos chicas, que tienen 13 y 11 años. Estaban súper angustiadas, preocupadísimas por lo que pasó en Estados Unidos y todo lo de Donald Trump, entonces tuve que calmarlas un poco", cuenta el músico, y consultado sobre el nuevo gobernante norteamericano, agrega: "No entiendo cómo puede llegar a triunfar y a ser premiado el odio, la soberbia, el racismo y la violencia verbal de este personaje. Espero que haya sido todo una actuación para llegar allí y que ahora sea un tipo normal. Quiero pensar eso, pero es duro recibir estos golpes, son signos de que el mundo esta súper mal, son cosas que te desilusionan mucho.
Además de lo que puede llegar a significar para los latinos residentes, el triunfo de Trump se puede interpretar también como la derrota de los artistas, que siempre apoyaron a Hillary Clinton.
Totalmente, una derrota tremenda. Y no sólo lo que pasó en Estados Unidos, también en Colombia, donde muchos artistas nos unimos para apoyar el plebiscito (el acuerdo entre el gobierno y la guerrilla de las Farc) y también se perdió. Lo de Colombia fue terrible, pero ahora con calma creo que, aunque suene irónico, fue de alguna forma lo mejor que pudo haber pasado dentro de todo, porque ahora han tenido la oportunidad de reajustar algunos puntos desde la oposición y hoy en día se está hablando de un nuevo acuerdo de paz que quizás sea el que necesitemos. No sé... quizás la gente quiere mucho a los artistas, pero no para seguirlos en este tipo de cosas. Siempre que como artista te metes en temas políticos, pierdes, es una ley. Pero es raro, porque uno muchas veces no quiere quedarse callado y necesita dar su opinión frente a algunos temas. En ese sentido, pienso que la música y el arte en general deberían estar siempre por encima de cualquier división. Imagínate ahora los que votaron por Trump, deben estar enrabiados con Lady Gaga y Beyonce.