Jubilados italianos tenedores de deuda argentina incumplida desde el 2002 quieren que el banco intermediario del país les liquide sus bonos con el dinero destinado a los acreedores de Argentina que sí aceptaron reestructuraciones.
En un nuevo giro en la disputa que llevó a Argentina a un incurrir en otro default, los llamados "otros" holdouts dijeron en un documento presentado el jueves en un tribunal que los US$539 millones que el país depositó en el banco encargado de los pagos, el Bank of New York Mellon, deben ser usados para liquidar los títulos que ellos se han negado a reestructurar.
El depósito realizado el 26 de junio fue considerado ilegal por el juez de distrito estadounidense Thomas Griesa.
En 2012, Griesa decidió que Argentina no podría pagar los cupones de su deuda reestructurada si al mismo tiempo no cancelaba a un grupo de inversionistas holdouts, distinto a los italianos, a los que concedió US$1.330 millones más intereses.
Griesa ordenó a BNY Mellon que no mueva el dinero depositado por Argentina hasta que reciba más instrucciones.
El grupo de holdouts italianos, compuesto principalmente por jubilados, argumenta que la corte tiene jurisdicción sobre BNY Mellon y que, por tanto, puede decidir sobre el dinero que está en una cuenta en el Banco Central de Argentina en Buenos Aires.
"Debe emitirse una orden instruyendo a BNY Mellon que entregue a los demandantes los US$539 millones, o tanto como sea necesario para satisfacer el fallo, más los intereses tras el fallo", escribieron los abogados de los italianos.
El grupo italiano incluye a unos 40 demandantes. Un fallo judicial del 2007 les otorgó US$150 millones por el capital de los bonos.
Tras el default de Argentina en el 2002, la tasa de interés para los bonos de los inversionistas italianos es de 9%, el máximo que permite la ley de Nueva York, dijo el abogado principal, Anthony Costantini, del bufete Duane Morris en Nueva York.
Argentina y los inversionistas holdouts, encabezados por los fondos NML Capital Ltd de Elliott Management Corp y Aurelius Capital Management, no consiguieron un acuerdo al 30 de julio, lo que llevó al incumplimiento de unos US$29.000 millones por la deuda reestructurada en 2005 y 2010.
El gobierno argentino argumenta que no está en default porque hizo el depósito para el pago a esos bonos, por lo que BNY Mellon debe lidiar con cualquier falta legal.