El presidente de la Asociación de Magistrados de Argentina, Luis María Cabral, dijo hoy que los jueces están "preocupados por los "atropellos" del Gobierno tras la sanción impuesta ayer al magistrado que lleva adelante la investigación a la empresa hotelera de la que la presidenta argentina es socia.

En declaraciones a Radio Continental, Cabral sostuvo que "la sanción a Bonadio busca amedrentar a los jueces" y estimó que la "embestida" del oficialismo contra el Poder Judicial va a continuar. 

El Consejo de la Magistratura, órgano de control a jueces en Argentina, sancionó este miércoles al juez Claudio Bonadío quien, entre otras causas, investiga presuntas maniobras ilegales realizadas por la empresa Hotesur, gestora del hotel de lujo Alto Calafate en la sureña provincia de Santa Cruz, de la que Fernández es accionista.

El organismo, con mayoría de votos oficialistas, sancionó al juez Bonadío con un descuento del 30 por ciento sobre su salario en castigo por las demoras en que incurrió en dos expedientes relacionados con la privatización de un astillero y con la concesión de créditos a una fábrica de productos de cueros. 

"No fue una sorpresa. La imputación que planteó (el viceministro de Justicia) Julián Álvarez no correspondía y era ilegal. Hasta los fundamentos son falsos, incorrectos", opinó Cabral.

"Lo que pretenden ahora hacer es imponer sanciones que puedan contar con el voto suficiente del bloque que han conformado, le falta contar con ese consenso para la acusación de juicio político", agregó Cabral.

Bonadío, quien acumula diez denuncias ante el Consejo por mal desempeño, ordenó hace dos semanas el allanamiento de la sede de Hotesur en Buenos Aires.

El juez investiga supuestas anomalías administrativas en la sociedad a raíz de una denuncia presentada por la legisladora opositora Margarita Stolbizer, quien acusa a Fernández y a otros altos cargos del Gobierno, como Julio Alak, de cometer presuntos delitos de violación de los deberes de funcionario público. 

Stolbizer asegura que el Hotel Alto Calafate, un establecimiento de lujo situado en la villa turística de El Calafate (sur), podría ser un alojamiento "fantasma" usado en su momento por el matrimonio Kirchner para hacer negocios irregulares junto al empresario Lázaro Baez, investigado por la Justicia.