Los jueces argentinos se propusieron resolver esta semana, la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman, cuatro días antes de fallecer el 18 de enero.  Esto debido a que están en juego cuestiones de gravedad institucional, dado que los principales denunciados de Nisman son: La Presidenta Cristina Fernández Kirchner, el canciller Héctor Timerman y el diputado Andrés Larroque, como lo afirma el diario argentino La Nación.

Nisman los acusó de encubrir a los iraníes implicados como autores e ideólogos del atentado contra el edificio de la mutual judía Amia, ocurrido en 1994.

Tras la muerte del fiscal y dada la conmoción generada en el país transandino, el fiscal Gerardo Pollicita continúo el caso y  el 13 de febrero logró imputar a la Presidenta junto a otros funcionarios de su gobierno.  Pero el juez Daniel Rafecas, tras estudiar el expediente una semana, sostuvo que no había evidencias para mantener la denuncia, desestimándola. 

Pollicita apeló el desistimiento de la denuncia, para que la Cámara Federal revise el fallo de Rafecas. Lo que sería defendido por  Germán Moldes. Sin embargo el  gobierno intentó apartarlo del caso, porque el fiscal Moldes habría perdido la "imparcialidad" ya que organizó la marcha en memoria de Nisman el 18 de febrero.

Con el voto unánime de la Cámara,  los tres jueces Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero, entendieron que no había motivos para alejar a Moldes del caso. Con el fiscal confirmado, el proceso siguió su trámite y el jueves pasado las partes argumentaron ante la Cámara Federal en favor y en contra de la sobrevida de la denuncia de Nisman. Ahora la Cámara debe decidir.