Show. Esa es la premisa que mueve por estos días a la NBA en Nueva York. La Gran Manzana está revolucionada con la 64ª edición del Juego de las Estrellas, y cada actividad es seguida con mucha efervescencia por los aficionados, quienes ayer desafiaron los dos grados bajo cero del mediodía para estar cerca de sus ídolos.
Este año, por primera vez, la práctica de los participantes del All Star Game se realizó al nivel del evento mismo. Y la gente respondió. Unas 15 mil personas pagaron entre US$ 15 y US$ 105 para lograr una ubicación en el mítico Madison Square Garden. Desde muy temprano, ya se podía apreciar a una inmensa multitud desfilando por el cruce de la Calle 33 y la Séptima Avenida.
Dentro del histórico recinto, se observa un numeroso contingente de seguridad. Muchos de ellos con pintas de agente secreto. El ya familiar detector de metales nos da la bienvenida. Dos pasos más allá, otro clásico de la ciudad que nunca duerme: el olor a papas fritas y ketchup.
Los espectáculos se intercalan entre los entrenamientos de las dos conferencias. El ánimo es muy distendido. Cada técnico tiene incorporado un micrófono, lo que permite escuchar las órdenes tácticas. También hay espacio para las célebres cámaras de transmisión de los grandes eventos norteamericanos. Por ejemplo, la Dance Cam, en la que la persona enfocada está obligada a bailar al ritmo de la música de turno; o la Fan Cam, donde el apuntado puede hacer la locura que quiera. Así no es raro ver a tipos poniendo caras raras o haciendo peculiares gestos.
La cancha nunca está vacía. Siempre hay personas adentro. Las divertidas mascotas se llevan la atención, sobre todo de los niños. Hilarantes coreografías se mezclan con espectaculares acrobacias. También aparece otro grupo de pequeños, que ejecutan simpáticos bailes; o participantes disfrazados de militares en competencias de obstáculos. Mientras que el dúo noruego Nico & Vinz fue en el encargado de poner la música.
Otro detalle que se agradece es la extraordinaria comodidad de las butacas y la muy buena distribución de ellas, a tal punto que los detalles se pueden distinguir desde todos sitios del recinto. Además, enormes pantallas gigantes facilitan aún más la tarea. Nada queda al azar.
Y si la jornada de ayer tuvo coloridos ingredientes, la de hoy promete nuevas sorpresas. Por ejemplo, están contempladas las actuaciones de las cantantes estadounidenses Ariana Grande y Christina Aguilera, además del colombiano Juanes. Asimismo, corre fuerte el rumor de que el boxeador Floyd Mayweather, un fanático de la NBA, anunciará durante el evento su pelea con el filipino Manny Pacquiao, lo que demuestra la importancia de la máxima fiesta del básquetbol mundial.
La exhibición termina y los fanáticos caminan hacia la salida sin dar crédito del espectáculo que vieron. Voces impresionadas se oyen en todos los sectores. Y es que este aperitivo fue mucho mejor de lo que todos esperaban; fue un espectáculo macizo y genial, que confirma que lo más importante por estos lados siempre es el show.