El plan de Argentina para cambiar la jurisdicción de pago de sus bonos bajo legislación extranjera es ilegal, dijo este jueves el juez estadounidense a cargo de la causa contra el país por su deuda incumplida hace más de una década.
Pero el magistrado Thomas Griesa decidió no atender el pedido de los fondos de cobertura que buscan cobrar más de US$1.330 millones de Argentina para declarar al país en desacato en la audiencia celebrada hoy en Nueva York.
El juez estadounidense a cargo del caso entre Argentina y sus acreedores no reestructurados convocó a la audiencia de hoy, después de que uno de los demandantes pidió al magistrado que considere declarar en desacato al país por buscar evadir un fallo de su tribunal.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció el martes que presentará un proyecto de ley que permitirá a sus tenedores de bonos soberanos cobrar su deuda en el país, en un intento por sortear un fallo de la justicia estadounidense que empujó a la nación sudamericana a un default.
NML Capital dijo que las medidas anunciadas por Fernández fueron una "grave afrenta" a la decisión del juez federal estadounidense Thomas Griesa, que prohibió a Argentina pagar a sus tenedores de deuda reestructurada hasta que no cancele su deuda con los "holdouts" que rechazaron canjes en el 2005 y 2010 y demandan una compensación completa por sus bonos.
"El fin de estas maniobras es dejar las órdenes de esta corte en un estado de nulidad", dijo Robert Cohen, abogado del fondo NML, en una carta enviada a Griesa a última hora del miércoles.
La carta de Cohen urgía al juez a realizar una audiencia de emergencia para señalar "si esta corte debería declarar a Argentina en desacato". Horas después, el magistrado convocó a una audiencia para esta tarde.
En el 2012, Griesa había dictaminado que Argentina debía pagarle a un grupo de acreedores que rechazaron reestructurar los bonos soberanos que compraron a precios reducidos luego del masivo default que el país declaró en el 2002. Esos "holdouts" deben ser compensados con unos US$1.330 millones más intereses.
En junio, Griesa bloqueó un pago de US$539 millones a acreedores reestructurados que Argentina depositó en una cuenta del agente de pagos, el Bank of New York Mellon (BONY), aduciendo que el país había violado su orden. Esos fondos aún están esperando su destino en la cuenta del BONY.
La tercera economía de América Latina entró nuevamente en cesación de pagos cuando las negociaciones con los fondos de cobertura en Nueva York colapsaron y el país no logró cumplir con un vencimiento de su deuda tras la fecha límite del 30 de julio.
Griesa, que ha presidido sobre la larga disputa entre Argentina y los fondos de cobertura -conocidos como "fondos buitre" en el país austral-, ya amenazó con declarar al país en desacato por haber declarado públicamente que honró sus obligaciones de deuda, sin tener en cuenta a los "holdouts".
El gobierno argentino ha dicho que una orden de desacato no tendría consecuencias para el país.