La situación del ex presidente peruano Ollanta Humala y de su esposa, Nadine Heredia, experimentó hoy un brusco cambio en apenas algunas horas. Por la mañana decían que la familia trataba de "hacer una vida normal", mientras sonreían ante la prensa apostada en las afueras de su residencia limeña. Anoche, en cambio, abandonaban en vehículo el mismo inmueble del barrio Surco para entregarse a los tribunales.
Y es que el juez Richard Concepción Carhuancho decretó 18 meses de prisión provisional para ambos, investigados por la presunta recepción de 3 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht para la campaña electoral de 2011 y de dinero "ilícito" procedente de Venezuela para la campaña de 2006.
Apenas se conoció el pedido de captura y prisión para Humala, el ex mandatario y su esposa se dirigieron desde su hogar a la sede del Palacio de Justicia, a cuyo calabozo ingresaron antes de medianoche. En el trayecto hacia el penal, el ex gobernante reaccionó a través de su cuenta de Twitter a la medida cautelar adoptada por el magistrado. "Esta es la confirmación del abuso del poder, al que nosotros le haremos frente, en defensa de nuestros derechos y de los derechos de todos", declaró Humala.
Inmediatamente, los abogados defensores de Humala y Heredia, Wilfredo Pedraza y Julio César Espinoza, respectivamente, anunciaron que apelarán contra la decisión, que consideraron "arbitraria".
Con este dictamen, Humala se une al expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), prófugo en los EE.UU de la Justicia peruana acusado de haber recibido US$ 20 millones de Odebrecht para facilitar sus negocios en el país, en la lista de mandatarios peruanos salpicados por la corrupción.
También será el segundo ex presidente peruano encarcelado en el país, tras Alberto Fujimori (1990-2000), condenado por varios casos de corrupción y violaciones a los derechos humanos cometidos bajo su mandato.
Argumentos del juez
El juez aceptó el pedido de la fiscalía de encarcelar a la pareja, decisión que consideró "idónea, necesaria y proporcional" para garantizar su presencia en el juicio que se seguirá en su contra. Según el magistrado, existe "un alto grado de probabilidad" de que ambos hayan cometido los delitos que se les imputa.
El juez apuntó que con las nuevas pruebas que aportó la fiscalía confluyeron criterios como la gravedad de la pena, la magnitud del daño causado, y la pertenencia a una organización criminal en el caso del ex mandatario para justificar la sentencia.
Según las pruebas esgrimidas, Humala ya habría intentado manipular la acción de la justicia a través de presiones a testigos, y que eso le habría valido para salir absuelto en otros juicios como el que se siguió por el caso Madre Mía.
En cuanto a Heredia, el juez Concepción afirmó que la prisión preventiva evitará que pueda obstaculizar la acción probatoria y que se sustraiga de la acción de la justicia, algo que a su juicio había intentado hacer al conseguir "de favor" un empleo en Ginebra en el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), al que posteriormente renunció.
Según dijo, ese empleo se debió a la vinculación con Odebrecht, con el Partido de los Trabajadores (PT) del ex presidente brasileño Lula da Silva y con el director de la organización José Graziano, próximo al ex mandatario brasileño.
El magistrado también consideró como "elementos de convicción" las declaraciones de testigos que afirmaron que Heredia y Humala había recibido dinero de la embajada de Venezuela para su campaña electoral en 2006.
"Existe un alto grado de probabilidad de que han recibido dinero de Venezuela, dos personas han presenciado que sacaban maletas con billetes de la embajada", y el tesorero del partido, Ilan Heredia, también recibía dinero del extranjero en mochilas, indicó Concepción.
Para la campaña del 2011, de acuerdo a la investigación fiscal, se les atribuye haber recibido dinero de las empresas brasileñas Odebrecht y OAS que habrían colocado en la campaña presidencial, después de haber simulado aportes individuales a su partido.
"Comienzan a cerrarse los vacíos que se tenían inicialmente, Odebrecht viene y dice que OH es Ollanta Humala", afirmó el juez, en referencia a las anotaciones del sentenciado dueño de la constructora sobre quienes recibieron los sobornos de esta compañía. Marcelo Odebrecht admitió ante la justicia brasileña que se pagaron US$ 3 millones a Humala para su campaña en 2011 a solicitud del PT.
"El pedido fue justificado en esa época por una cuestión geopolítica, es decir, una proximidad ideológica entre el presidente Lula y el presidente (sic) Ollanta Humala", señaló la transcripción de su testimonio a la fiscalía, dado a conocer hoy por la revista Caretas.
Odebrecht sostuvo que su representante en Perú, Jorge Barata se sintió "incómodo" ante el pedido de apoyar a Humala, porque consideraba que Keiko Fujimori iba a ganar las elecciones de 2011.
"Incluso en aquella época hasta le sugerí, mira, si tienes algún temor de que vaya a haber represalias, porque incluso en esa época él creía que quien iba a ganar, si no me equivoco, era Keiko Fujimori, y le dije: mira, decide tú, apóyala a ella más. Incluso, hice una anotación, en aquella época, mira apoya a Keiko más si piensas que hay peligro de represalias", agregó el empresario.
Odebrecht remarcó que "solo Barata puede decir cómo fue" que se repartió el aporte a los candidatos en Perú, pero reconoció que "era un hábito" que apoyaran "a los principales candidatos" en las elecciones de los países en los que trabajaban.
"En realidad, no puedo decir cuánto fue, para quién fue, pero digo que con seguridad sí apoyábamos a los principales candidatos en todas las elecciones, y con toda seguridad, a pesar de que no puedo decirle a usted el número y todo, en esas elecciones del 2011, debemos haber apoyado a Keiko, eh... probablemente al candidato del partido (aprista) de Alan García también", indicó.