Una peculiar historia protagonizaron el jugador marfileño del Ajaccio francés Gadji Tallo y el entrenador de su equipo, el italiano Fabrizio Ravanelli.
Durante un partido en que su equipo ganaba por 1-0 al Gingamp como visita por la Copa de Francia, el futbolista recibió un pelotazo pero decidió fingir una grave lesión, con el objetivo de "enfriar" el juego y ganar algunos segundos.
Y como fue sacado en la camilla, el técnico Ravanelli creyó que efectivamente se trataba de una lesión seria, por lo que decidió casi automáticamente relevar al jugador.
Pero cuando Tallo se dio cuenta que había sido reemplazado, éste se paró inmediatamente e increpó al entrenador por no comprender lo que realmente pasaba.
De este modo, la lección queda a la vista: un futbolista debe pensar muy bien si finge una lesión y quiere seguir jugando...