Marcelo Bielsa confesó que se vio obligado a modificar sus métodos de trabajo ante la presión de los jugadores del Olympique de Marsella, tras comprobar que no daban los resultados esperados.
Tras una serie de tres empates y una derrota, el técnico, cuyos métodos de trabajo son considerados en Francia como físicamente muy exigentes, dijo que escuchó las quejas de sus futbolistas y reconoció haber "hecho concesiones".
"La derrota debilita las exigencias que el entrenador trasmite. He hecho concesiones que han debilitado mi manera de hacer las cosas para continuar avanzando", indicó el ex seleccionador de Chile en la previa del duelo contra el Lyon, líder de la clasificación.
"Las exigencias del entrenador han provocado fatiga y rechazo. He leído ese mensaje y trato de formular respuestas", agregó.
Bielsa indicó que tras una racha negativa de su equipo decidió "revisar las consignas" y "admitir que había que cambiar las herramientas", lo que "precisa de aceptar la disminución de la autoestima".
"En mi caso estaba un poco sobredimensionada por la valorización externa que se hacía de mi trabajo. Yo siempre he sabido que era mediocre y quiero decir que sabía que mucho de lo que utilizo como método produce efectos no deseados", aseguró.
El cambio de método se traduce, dijo Bielsa, en dar prioridad "a la autogestión del grupo" que el técnico consideró "un signo de madurez y de crecimiento".
"Cuando un grupo no necesita recibir órdenes para hacer lo necesario porque tiene el impulso interno para resolver los problemas, la intervención del entrenador no es necesaria", señaló.
El Olympique de Marsella es tercero de la clasificación a cuatro puntos del Lyon, su rival del domingo.