El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, denunció una falta de neutralidad de Suecia que alienta su temor de que ese país pueda extraditarlo a Estados Unidos para ser juzgado por espionaje, según una declaración a un medio ecuatoriano difundida parcialmente el miércoles.
"Suecia ha consignado la neutralidad al tacho de basura de la historia", declaró Assange al canal público Gama, que lo entrevistó en la embajada de Quito en Londres, donde se encuentra desde el 19 de junio pasado.
El australiano, de 41 años, señaló que tras registrar "importante avances" sociales en los años setenta, Suecia "ha cambiado de una manera muy triste".
"La mayoría de suecos ve lo que ha pasado, ve el cambio y una posición donde está en más de cien comités de la OTAN, donde sus fuerzas están bajo el mando de Estados Unidos en Afganistán", indicó, según la traducción de un intérprete.
Suecia "fue el quinto en Libia con aviones, fue el primero cuyo Parlamento votó para enviar aviones a Libia, es el fabricante de armas número uno per cápita en el mundo, casi el doble de lo que produce Israel", agregó Assange.
El diálogo con el activista informático fue difundido parcialmente durante una entrevista con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, enfocada en el asilo diplomático que Quito le concedió el pasado 16 de agosto.
Consultado sobre las expresiones de Assange sobre el país escandinavo, Correa se abstuvo de hacer comentarios.
"No quisiera opinar sobre un país que queremos tanto como Suecia, sobre un pueblo tan respetado y próximo a América Latina porque recibió a muchos refugiados y asilados de las dictaduras sangrientas que hubo en nuestra América", evocó el gobernante izquierdista.
Tras otorgarle el asilo a Assange, Quito reclama a Reino Unido un salvoconducto para que el australiano pueda salir de manera libre de ese país.
Assange teme que una vez en Suecia puedan extraditarlo a Estados Unidos, donde según él podría ser condenado a muerte o cadena perpetua por espionaje, después de que WikiLeaks revelara miles de cables diplomáticos secretos de Washington.
El activista descartó, por otra parte, que él y Correa se estén usando mutuamente, en su caso para librarse del proceso en Suecia por supuestos delitos sexuales que niega haber cometido, y en el del mandatario para lavar su imagen de represor de la libertad de prensa.
"No siento para nada que hayamos sido usados, tenemos valores en común, también los grupos que nos afectan negativamente", dijo.
"Soy alguien, y esto ha quedado establecido, que está bajo persecución política de Estados Unidos y sus aliados, es un hecho reconocido", subrayó el australiano.
Ecuador y Reino Unido reiteraron recientemente su voluntad de dialogar para encontrar una salida diplomática.