Fueron cerca de cuatro años yendo casi todos los días a Inés Matte Urrejola 0890, la dirección que albergó hasta junio de 2016 a Chilevisión. Julián Elfenbein fue parte de la señal cuando ésta gozaba de gran rating gracias a programas como Allá tú, Fiebre de baile y Talento chileno, todos conducidos por él.
Hoy, las nuevas instalaciones de CHV, en la ex fábrica de Machasa, son un terreno desconocido para el animador que fue despedido en diciembre de 2015 de TVN. Sin embargo, esa situación cambiará en los próximos días porque Elfenbein confirma que regresa al canal del Grupo Turner con un proyecto para el horario prime. "No sé bien ni cómo se llega", asegura y agrega: "No puedo decir mucho. Solo puedo adelantar que es un formato internacional que está en países como Italia, Alemania, Argentina. Necesita harta destreza. Es un programa inteligente, y lo veremos muy pronto".
Desde su salida de la señal estatal, el conductor se mantuvo lejos de los medios, y una de las pocas apariciones públicas que tuvo fue en marzo pasado, en Vértigo (Canal 13). Y aunque muy poco se supo de él, asegura que en todo este tiempo estuvo en conversaciones para regresar a la pantalla chica, y regresar a la que fue una de sus casas televisivas.
"Esto no fue para nada repentino, solo que yo soy muy discreto. Chilevisión, desde que me fui de TVN e incluso antes, ha estado detrás de mí. En varias oportunidades vino a mí a ofrecerme cosas, inclusos algunas de ellas se filtraron a la prensa. Ellos me buscaban, pero yo estaba en una etapa en la que no estaba muy convencido de volver a la televisión" explica.
¿Durante un tiempo no estuvo preparado para volver, luego de su bullada salida de TVN?
Nunca estuve en la postura de decir nunca jamás vuelvo a la tele. Lo que sí, es que debo reconocer que he tenido hartas oportunidades para volver, y las he dejado pasar porque estaba viviendo un proceso interno. A simple vista se ven señales de rebeldía, como dejarme el pelo largo, afro, con cero ganas de producirme mucho, y ni aparecerme en programas o eventos sociales. Solo fui a Vértigo. He estado en un proceso de reencontrarme con cosas que no había podido disfrutar.
¿Fue muy dura su abrupta salida de TVN?
Sin dudas, fue duro y difícil, pero no quiero ahondar en eso. La salida de TVN fue como son todas las salidas; dolorosa, mala y dura. Pero antes de eso estuve seis años en el canal, y tuve que asumir con la Karen Doggenweiler todo el proceso de Juan Fernández, de la mejor manera posible para seguir arriba con el programa. Ahora estoy concentrado en la radio, mi productora y volver a Chilevisión. Esta oportunidad llega en el momento justo. Vuelvo a la tele con un canal que me hace sentir que me necesita.
¿Siente que vuelve distinto después de vivir este tiempo fuera de la televisión?
Yo soy un gallo de muy bajo perfil. Me gusta hacer vida en familia, con mis tres hijos y mi señora, que no es del ambiente. Soy hincha de la U, me gusta jugar a la pelota, y mis amigos no son del medio. Soy muy de casa y siempre he sido el mismo. Nunca me he creído mucho el cuento a pesar de vivir muchos buenos momentos. Pero tampoco me deprimo mucho en los momentos malos.
¿Cree que fue en CHV donde vivió sus mejores años televisivos?
Yo creo que sí. O sea, depende de cómo se mire. Yo ahí lo pasé la raja y el canal en esos años vivía momentos esplendorosos. Pero tampoco quiero ser injusto con TVN, porque ese fue el canal donde yo partí mi carrera. He estado entre estos dos canales, estas dos pololas, pero CHV es el lugar donde yo viví los mejores momentos de mi carrera y también me desarrollé. Lo de Fiebre de baile fue espectacular y lo de Talento chileno, maravilloso. Tengo solo recuerdos positivos de CHV. De hecho, cuando me lleva TVN, me voy no muy convencido, pero lo que me ofrecían era irresistible, y me querían sí o sí. Recuerdo que mi prioridad era quedarme en CHV, pero no llegamos a un acuerdo.
¿Le da cierto temor volver a la televisión cuando son muy pocos los programas que gozan de buen rating?
La tele ha cambiado y me da la impresión que ahora a nadie le va bien, excepto a un par de teleseries. Esta es una oportunidad en la que no se busca salir a arrasar, porque parece que eso ya no ocurre. Este programa es un proyecto que me invita a disfrutarlo, y no voy con más expectativas que con esas. Ni siquiera pienso en lo que vendrá más adelante. No tengo la mirada puesta en lo que haré en tres años más.
¿No le preocupa tener un regreso un tanto fallido?
Creo que hay que aprender a leer las cosas de otra manera. Hay que leer la audiencia de otras maneras, porque es casi imposible pensar en los 35 puntos de rating que marcábamos en Fiebre de baile, o en los 44 puntos que marcamos en la final de Talento chileno. Ese rating pasa hoy con la selección chilena, o puede pasar con un humorista en el Festival de Viña. Eso hay que entenderlo, y por eso voy muy tranquilo y feliz.