Hace cinco años, en diciembre del 2007, medio millón de personas despidieron la carrera como bailarín de Julio Bocca. Después de muchas actuaciones que prologaban el fin, esa fue la última, la definitiva, en la Avenida 9 de Julio, con 40 años. Ahora, instalado en Montevideo y dirigiendo el Ballet Nacional Sodre de Uruguay, el argentino dice estar tranquilo, sin el más mínimo deseo de retroceder en el tiempo y volver a los tiempos de bailarín. Al parecer, la dirección de ballet le viene bien.

En Uruguay se mueve entre los más importantes ("tengo poco tiempo, luego de esta conversación me reúno con el Presidente José Mujica") y tiene a su disposición una compañía con 78 años de historia. Hoy se presentará en el Teatro del Lago de Frutillar en aquel formato, el de director, con los primeros bailarines del Sodre de Uruguay. Viene invitado a la Gran Gala de Ballet, que reúne a varias figuras latinoamericanas en el escenario de la Región de Los Lagos.

La dirección del evento será de Marcia Haydée, la actual responsable del Ballet de Santiago, mientras que Julio Bocca las oficiará de maestro de baile. Desde Uruguay arriban además los primeros bailarines del Sodre María Riccetto y Guillermo González. La primera es también solista del American Ballet y, para la anécdota, fue la doble de la actriz Mila Kunis en las escenas de baile de la película Cisne negro.

El programa estará compuesto, entre otros segmentos, por populares pas de deux de los ballets Cascanueces o Carmen, la pieza contemporánea Spaceman y Bastones dorados del Ballet Metropolitano de Buenos Aires. Suerte de coreografía latinoamericanista, esta gala reúne a estrellas del Ballet Nacional de Cuba, del Colón de Buenos Aires, del Ballet del Teatro Argentino de La Plata, del Sodre de Montevideo, y, por supuesto, del Ballet Nacional de Santiago.

"Me gusta mucho ser director de compañía y, sinceramente, no extraño para nada estar al otro lado del escenario. El Ballet del Sodre (sigla que significa Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos) es una institución de gran tradición y en un momento fue una de las dos más importantes de Latinoamérica junto al Colón de Buenos Aires. Para mí es un desafío intentar llevarla de nuevo al sitial que ocupó. Tenemos funciones llenas todo el año y contamos con el apoyo total del gobierno y las empresas. Me radiqué aquí en Montevideo, estoy muy bien y además estoy con mi pareja", explica el hombre que fuera la principal figura del American Ballet de Nueva York.

¿Qué ventajas tiene trabajar en Montevideo?

La tranquilidad. Y con el Sodre en particular, la posibilidad de experimentar y mezclar lo clásico con lo contemporáneo. En las grandes compañías de ballet están más o menos obligados a hacer siempre lo mismo, lo más clásico. Nosotros mezclamos, y así y todo tenemos 90 funciones al año, audiciones con bailarines de toda Latinoamérica y un público muy exigente.

¿Qué le parece esta gala en Frutillar?

Primero que nada, debo decir que ese teatro es maravilloso. Y además tengo la oportunidad de compartir con Marcia Haydée, que es una gran amiga y ha sido una maestra para muchos en Latinoamérica. Por nuestra parte, estaremos con los primeros bailarines Guillermo González y María Riccetto, que es figura en el American Ballet. Es un privilegio tenerla en cualquier escenario.