Como profesor de castellano en varios colegios logró reunir dinero para viajar a España. Era 2001 y Julio Espinosa Guerra (39) dejaba Chile.
El motivo: las rencillas del mundo literario local. "Esa pelea despiadada y absurda entre algunos poetas desesperados por vivir de la literatura. Eso hacía el clima muy desagradable", dice hoy Espinosa sentado en un café capitalino.
El autor de seis libros de poesía viajó a Santiago desde España, donde dirige la Escuela de Escritores de Zaragoza, para lanzar su novela La fría piel de agosto, editada por el sello Alfaguara. El título será presentado en librería Qué Leo, de Providencia, el próximo jueves 18 de abril, a las 19.30. Es en rigor su segunda novela luego de El día que fue ayer (2006).
Sin embargo, Espinosa hasta el momento ha sido reconocido como poeta. Con su libro Las metamorfosis de un animal sin paraíso obtuvo, en 2005, el premio Villa de Leganés. Dos años después con NN ganó el premio Sor Juana Inés de la Cruz. Y en 2011 recibió el Pablo Neruda de poesía joven por su trayectoria.
Ahora, acaba de adjudicarse el Villa de Cox de poesía con La casa amarilla. "No soy bueno para moverme, por eso cuando llegué a España dejé todo en manos de mi agente", dice y nombra a Lola Gulias, su representante.
La fría piel de agosto transcurre en Madrid. Olga vive encerrada en su departamento, deprimida tras la muerte en un accidente de su marido e hijo. Pero la llegada de Andrés, un pintor chileno que arrienda el departamento vecino, cambiará su oscura rutina. Andrés vive atormentado por un pasado ligado al régimen de Pinochet. En la novela se lee: "Después de septiembre de 1973, alguien había comenzado a diseccionar su cuerpo, o una parte más inasible, pero más fundamental del mismo, y ya sólo quedaban sus rastros, pedazos del hombre que había sido".
Espinosa dice sobre la novela: "Es una historia que aborda los resabios de la época, no desde lo coyuntural, sino desde el dolor".
Sobre el panorama de la literatura española actual, Espinosa hace su balance: "Es muy fome, porque no rompe esquemas", y de autores chilenos, "mis referentes son Manuel Rojas y José Donoso". De sus pares contemporáneos destaca a Carlos Franz: "Creo que su obra es mayor dentro de la literatura hispanoamericana".
En 2005, Espinosa fue semifinalista del Premio Herralde de Novela con El día que fue ayer. Su primera narración cuenta "cómo se desintegra un grupo de amigos durante la dictadura", dice. Y agrega que aún escribe a máquina, "su sonido es un ritmo inigualable".
Ahora, el escritor quiere empezar otra novela, por lo que viajará al sur del país. Será el cierre de una trilogía luego de El día que fue ayer y La fría piel de agosto. "Son dos protagonistas. Ella ha perdido a su pareja en los atentados de Atocha (España) y él fue una víctima de la dictadura chilena. Hacen un viaje para enfrentarse a lo que son ahora", termina.