El jefe del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, ha asegurado en una entrevista difundida hoy que la salida de Grecia del euro es "técnicamente" posible, pero políticamente inviable y con "riesgos imprevisibles".

"Políticamente no sería concebible y tendría riesgos imprevisibles. Por eso no tiene sentido fabular sobre tales escenarios", declaró en una entrevista que publica el diario austríaco "Tiroler Tageszeitung".

El mandatario destacó que aunque es "técnicamente" posible, "una salida de Grecia de la zona del euro no forma parte de mi hipótesis de trabajo".

Para Juncker, "a menos que Grecia viole todas las normas e incumpla todos los acuerdos" no se la va a expulsar de la zona del euro.

"La situación no es sencilla. Los problemas son complejos y el ruido por el cruce de declaraciones es demasiado fuerte. Las preguntas sobre Grecia requieren de serenidad", afirmó el primer ministro luxemburgués, que pasa sus vacaciones en el Tirol austríaco.

Juncker consideró que la petición del gobierno de Grecia de prorrogar dos años el periodo de ajuste para dar un respiro a la economía después de cinco años de recesión debe de ser valorada una vez que la "troika" formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE) haya completado su informe en las próximas semanas.

"La cuestión de la prórroga del período de ajuste no se puede responder definitivamente desde la perspectiva actual. Depende del informe final de la troika y de la respuesta del FMI al mismo", valoró.

Ante las recientes declaraciones del ministro austríaco de Exteriores y vicecanciller federal, Michael Spindelegger, sobre la creación de normas que permitan excluir del euro a un país miembro, Juncker pidió serenidad en vista de lo delicado de la situación y para no generar más incertidumbre.

A su vez, consideró que los intereses que pagan Italia y España por financiarse en los mercados son injustos teniendo en cuenta los esfuerzos que han hecho por sanear sus cuentas públicas.

"No hay ninguna razón para dudar de la voluntad de consolidación (fiscal) de Italia y España. Ambos países han aplicado importantes medidas de consolidación, pero son tratados por los mercados financieros como si no las hubieran hecho", resaltó.

"Las tasas de interés de más del 7% son muy elevadas. En la situación actual no son justas. Y Además de la consolidación, necesitan reformas estructurales y políticas orientadas al crecimiento", subrayó.