Otro buen negocio está a punto de cerrar Azul Azul con Junior Fernandes. Universidad de Chile adquirió en 700 mil dólares la mitad del pase del delantero, que ahora está a un paso de partir al Bayer Leverkusen por US$ 6 millones, de los que 2,7 millones serían para la "U", donde sólo estuvo seis meses. Pero mientras que la economía del club agradece otro buen negocio, Jorge Sampaoli empieza a ver como se cumple su temor de que le desarmen el equipo.

Para Azul Azul el asunto es simple y eficiente. Compró el 50% de la carta de un jugadores desde Palestino, lo valorizó por seis meses (Copa Libertadores incluida) y ahora, restando lo que pagó, obtiene dos millones de dólares con su venta.

Pero Sampaoli hace otro análisis. Después del bicampeonato de 2011 y ganar la Copa Sudamericana, el DT perdió a tres titulares: Marcos González, Gustavo Canales y Eduardo Vargas. La partida de "Edu" al Napoli le dejó a la "U" US$ 9.6 millones, que significaron un fuerte impulso para el proyecto del estadio.

Una buena noticia institucional, pero que obligó a Sampaoli a "armar" su máquina otra vez. Porque eso es lo que le molesta al técnico. El asume que su estilo necesita de mucho trabajo, práctica y repetición, por lo que el esquema se resiente si tiene que cambiar piezas constantemente. Además, los refuerzos que le trajeron este año nunca lo convencieron. De hecho, sólo Junior fue titular.

Así, Fernandes se suma a la partida de Marcelo Díaz, quien se va al Basilea de Suiza. Dos jugadores estelares en el planteamiento de Sampaoli.

Y la fuga puede seguir, con ofertas por Gustavo Lorenzetti, Eugenio Mena y Charles Aránguiz. Aunque ya llegó Sebastián Ubilla, quien alcanzó a jugar contra Boca Juniors.

El técnico de los azules tiene contrato hasta 2013, pero ha insistido que terminado los torneos del primer semestre se sentará a conversar con los dirigentes para saber qué proyecto tienen. Y si le siguen sacando titulares, la propuesta de refuerzos deberá ser muy interesante para Sampaoli.