El jefe de la junta militar que gobierna Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha, defendió hoy el golpe de Estado del pasado día 22 y adelantó que habrá elecciones en el último trimestre de 2015, "quizás antes o más tarde".
En un mensaje televisado a la nación, Prayuth anunció que para octubre próximo habrá un Gobierno interino y que la celebración de las elecciones dependerá de cómo progrese su plan para reconciliar a los tailandeses y sacar el país de la crisis política que arrastra desde hace años.
El militar pidió paciencia a la comunidad internacional mientras la junta reforma el sistema político y convoca elecciones.
Prayuth defendió la medidas adoptadas desde que asumió el poder, como la censura, las detenciones, la prohibición de manifestaciones y el toque de queda, por necesarias para separar a los implicados directa o indirectamente en la crisis y cortar el círculo de violencia.
Con esta misma intención, se han efectuados cambios y nombramientos en la Policía y los gobiernos provinciales, dijo.
El general aseguró que ninguna de las 270 personas llamadas a declarar por la junta militar ha permanecido más de siete días detenida y garantizó que no han sufrido torturas, intimidaciones o cualquier otra violación de los derechos humanos.
Según Prayuth, las detenciones tienen el objetivo de "calmar" a las personas implicadas en las manifestaciones de los pasados meses.
Los detenidos, cuando recobran la libertad, quedan comprometidos a no hablar de política en público y a pedir permiso si quieren abandonar la ciudad donde están domiciliados.
Si alguno de los arrestados tiene cuentas pendientes con la Justicia, es escoltado por soldados a los juzgados.
Un ejemplo de "redención" ha sido el "camisa roja" Suporn Attawong, llamado por sus seguidores "Rambo Isarn", que anunció su retirada de política tras recobrar la libertad.
Los "camisas rojas" fueron los protagonistas de las manifestaciones de 2009 y 2010 y en las de este año estuvieron de parte del Gobierno depuesto.
El jefe de la junta militar informó de que aprobarán el presupuesto de este ejercicio mientras que el siguiente lo hará el nuevo Gobierno.
Los fondos para el buen funcionamiento de la Administración comenzarán a desembolsarse inmediatamente, dijo, y explicó que la junta revisará los proyectos grandes impulsados por el Ejecutivo depuesto al tiempo que garantizó los compromisos asumidos por Tailandia con el desarrollo de la red ferroviaria.
Según Prayuth, Tailandia forma parte de la comunidad de países democráticos y volverá a tener democracia, pero necesita antes reformar el sistema para hacerlo más justo.
Tailandia arrastra una grave crisis política desde el golpe militar que derrocó a Thaksin Shinawatra en 2006, que se ha traducido en multitudinarias manifestaciones contra el Gobierno de turno, como las que han ocupado las calles de Bangkok desde finales del año pasado, con 28 muertos y más de 800 heridos.