El Octavo Juzgado Civil de Santiago condenó a Metro a pagar una indemnización por los daños provocados producto del descarrilamiento de un vagón en febrero del 2012,  el cual irrumpió en un condominio aledaño al patio de pruebas de la línea dos en la estación Lo Ovalle.

Con esto, la empresa deberá pagar la suma de $1.471.500 por daño material provocado al edificio vecino, y $500 mil a cada uno de los 27 menores de edad que presentaron la acción judicial.

El fallo determinó que es un hecho no controvertido que la empresa tuvo una conducta negligente o culposa al no haber adoptado medidas de seguridad para evitar que ocurriera el descarrilamiento.

El documento establece que si bien a Metro "no se le puede atribuir dolo en los hechos, sí es posible atribuir culpa a negligencia en la falta de medidas de seguridad adoptadas existentes en la fecha del accidente para evitar el daño o perjuicio a terceros".

"Para este tribunal resulta claro que se produjo consecuencias negativas con una fuerte afectación emocional y familiar producto del accidente", agrega.