El departamento de Justicia de Estados Unidos recomendó reabrir casi una docena de casos de abusos a prisioneros, lo que exponedría a empleados y contratistas de la CIA a ser acusados por cómo trataron a sospechosos de terrorismo, report el lunes el New York Times.
La recomendación, que revierte una decisión del gobierno del ex Presidente George W. Bush, procede de la oficina de ética del Departamento de Justicia y fue presentada por el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder.
El hecho amenaza con entorpecer el clima político en Washington, en momentos en que el Presidente Barack Obama impulsa revisiones de las políticas de salud y cambio climático. Obama ha dicho que busca pensar en el futuro más que lanzar investigaciones largas sobre eventos pasados.
El Departamento difundirá hoy detalles de los abusos a prisioneros que fueron recopilados en el 2004 por el inspector general de la CIA pero que nunca han sido revelados, según el reporte del Times, que citó en la noticia a una persona no identificada que ha recibido información oficial sobre el asunto.
Cuando la CIA se refirió por primera vez a los hallazgos de su inspector general, decidió que ninguno de los casos merecía ser procesado.
Pero cuando Holder asumió el cargo y vio que las acusaciones incluían muertes de personas bajo custodia y otros casos de abusos mentales o físicos, reconsideró la decisión, dijo el periódico.
"Con la publicación de los detalles hoy y el consejo formal de que al menos algunos de los casos sean reabiertos, parece prácticamente seguro que a continuación se nombrará un fiscal o seguirán otros pasos concretos, lo que supondrá significativos nuevos problemas para la CIA", señaló el Times.
La recomendación de revisar los casos se centra fundamentalmente en acusaciones de abuso a detenidos en Irak y Afganistán.
En algunos casos de abusos que se hicieron públicos el fin de semana, el informe de la CIA describe cómo sus agentes llevaron a cabo ejecuciones falsas y amenazaron al menos a un prisionero con una pistola y un taladro, posiblemente violando el estatuto federal de torturas.
También revela, por ejemplo, que la Agencia Central de Inteligencia amenazó con matar a los hijos de Khalid Sheikh Mohammed cuando éste estaba siendo interrogado por los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El Times citó a un portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, diciendo que la recomendación del Departamento de Justicia de abrir casos cerrados no había sido enviado a la agencia de inteligencia.
"Las decisiones sobre presentar o no acciones ante un tribunal se tomaron tras una cuidadosa consideración a cargo de fiscales de carrera en el Departamento de Justicia. La propia CIA trajo esos asuntos hechos y acusaciones por igual al departamento", dijo Gimigliano, según el diario.
"Nunca ha habido una explicación pública de por qué el Departamento de Justicia bajo el Presidente George W. Bush decidió no presentar cargos en casi dos docenas de casos de abusos que se sabe que fueron remitidos a un equipo de fiscales federales (...) y en algunos casos ni siquiera los detalles de los casos han sido hechos públicos", dijo el Times.