El ex presidente de Argentina, Carlos Menem, perderá su fuero parlamentario en caso de que la Corte Suprema decida no acoger un eventual recurso a su favor. Eso, porque la Cámara Nacional Electoral decidió aceptar dos impugnaciones presentadas debido a que el ex presidente (1989-1999) tiene una condena por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador durante su gobierno.
Menem, de 87 años, pretende buscar su tercer mandato como senador por La Rioja, gracias a lo cual mantendría un fuero que le ayudaría a mantener a distancia a la justicia, que ya le impuso dos condenas, lo mantiene bajo juicio y con otros procesamientos. Pero los miembros de ese tribunal aceptaron la demanda en contra de Menem debido a que días atrás la Cámara Federal de Casación Penal lo condenó a siete años de cárcel y 14 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos por el caso de contrabando de armas.
Como la resolución de la cámara es de aplicación inmediata, Menem no podría presentarse a las primarias de este domingo, por lo que quedaría fuera de las elecciones del 22 de octubre, con lo que su mandato de senador expiraría el 9 de diciembre.
Para mantener con vida su candidatura y su fuero, solo le queda la posibilidad de elevar un recurso extraordinario ante la Corte Suprema, el cual debería quedar resuelto esta semana para que el ex gobernante tenga alguna opción.
Los magistrados de la Cámara Electoral aplicaron un precedente establecido en 2003 con el caso del ex gobernador de Corrientes, Raúl Romero Feris, quien no pudo postular a cargos legislativos debido a una condena por corrupción.
Menem también fue condenado en una causa por reparto de sobresueldos durante su gobierno y está siendo juzgado por supuesto encubrimiento en la investigación por el caso del atentado contra la mutual judía Amia, que dejó 85 muertos, en 1994. La dos condenas contra Menem no han sido confirmadas hasta ahora por la Corte Suprema.
La semana pasada el ex gobernante peronista recibió otra mala noticia cuando la Corte de Casación revocó el sobreseimiento de Menem en el caso del estallido de la Fábrica Militar de Río Tercero, de 1995, provocado supuestamente para borrar rastros del tráfico de armas a Croacia y Ecuador.