Doce años después de que un avión Concorde de Air France se estrellara en París dejando 113 personas muertas, una corte de apelaciones de Francia revocó hoy el fallo que culpaba del accidente a la compañía aérea estadounidense Continental Airlines (que se fusionó en 2011 con American), según anunció el tribunal.
Los jueces absuelven a la compañía, a dos de sus trabajadores y a un representante de la autoridad de aviación francesa que también estaba acusado.
El accidente del avión ultrasónico ocurrió el 25 de julio de 2000. Los pasajeros querían volar a Nueva York y desde allí salir de crucero. Cuatro de las víctimas murieron en un hotel contra el que se estrelló el aparato al intentar despegar.
En una primera instancia, una corte atribuyó a la aerolínea y a los tres acusados la responsabilidad. La compañía fue condenada a pagar 200.000 euros (260.000 dólares) y las personas a 15 meses de cárcel en suspenso.
Los jueces consideraron entonces que al despegar el Concorde pisó una lámina de titanio que se había caído de un avión de Continental. A causa de ello estalló un neumático del Concorde y trozos del mismo dañaron el aparato. Menos de dos minutos después de despegar el vuelo de Air France cayó sobre un hotel del aeropuerto.
Tras la sentencia en apelación, el abogado de Continental, Olivier Metzner, se mostró muy crítico con las autoridades francesas, a las que acusó de haber tratado de influir en el proceso para evitar poner en cuestión el Concorde, un orgullo de la industria aeronáutica franco-británica.
Además, recordó que la mayor parte de las víctimas ya fueron indemnizadas por las compañías aseguradoras, que pagaron 1,2 millones de euros a cada una de ellas.
El drama del 25 de julio de 2000 supuso el final de la aventura iniciada en 1976, cuando el Concorde se convirtió en el primer avión comercial en superar la velocidad del sonido.