Los magistrados de la Corte de Apelaciones de Temuco resolvieron acoger a trámite el recurso de protección que la autoridad regional de Gendarmería presentó a favor de los cuatro mapuches que mantienen una huelga de hambre líquida en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Angol. Acción que busca conseguir que la Justicia autorice el traslado inmediato ante una descompensación de los comuneros.

Los ayunantes son el líder militar de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, además de Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical y José Huenuche. El primero fue condenado a 25 años de cárcel y los restantes a 20 por el ataque al fiscal de Cañete, Mario Lengüeta, y por robo de madera; por lo que permanecen recluidos en el penal de Angol.

El director (s) regional de Gendarmería, coronel Pedro Valenzuela, explicó que "los cuatro comuneros han bajado en promedio unos 20 kilos y se encuentran en condiciones de salud propias de la huelga que mantienen, y sin riesgo mayor que obligue su traslado a un centro asistencial".

Los mapuches cumplieron este martes 45 días en huelga de hambre, denunciando un falso enjuiciamiento, la utilización de testigos protegidos para inculparlos y demandan la realización de otro juicio oral.

El oficial de gendarmería dijo que todos los mapuches están en una dependencia especial del penal, con "buena ventilación, cómodas condiciones, baño y un patio amplio donde incluso ayer estuvieron tomando sol; y duermen en camas separadas".

Agregó que diariamente son evaluados por personal de salud de la institución que incluye la conformación de un grupo médico especial, quienes deberán sugerir en su momento el traslado a un hospital, lo que se cumpliría primero en Angol y luego, a Temuco o Nueva Imperial.

El coronel Valenzuela precisó que "hemos conversado con los comuneros y no han mostrado resistencia a la eventualidad de que tengan que ser trasladados a un centro asistencial", y es por eso mismo que se presentó el recurso, de manera de conseguir que las autoridades de justicia autoricen el traslado inmediato ante una emergencia, como descompensación.

Para la vocera, Gladis Huenumán, la solución pasa "únicamente porque las autoridades se pronuncien y medien en todo esto, que se haga un nuevo juicio pero sin testigos y que a los testigos protegidos se les ajusticie y condene igual que a los mapuches. Mientras eso no pase, la huelga no termina, no importa las consecuencias".