Un tribunal superior de Perú resolvió disminuir las condenas por varias matanzas a Vladimiro Montesinos, ex asesor del ex presidente Alberto Fujimori, y a los miembros del grupo Colina, un escuadrón de la muerte encargado de aniquilar a supuestos terroristas, según informó el viernes la justicia.
Además, la Sala Penal de la Corte Suprema consideró que no constituyen delitos de lesa humanidad "las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, donde murieron 25 personas, la muerte de nueve campesinos al norte de Lima, y la desaparición del periodista Pedro Yauri", según el fallo divulgado el viernes en la noche.
Vladimiro Montesinos y los ex generales Nicolás Hermosa, Julio Salazar y Juan Rivero vieron su pena rebajada de 25 a 20 años de cárcel, los militares Santiago Martin Rivas y Carlos Pichilingue, que encabezaron el escuadrón de la muerte, de 25 a 22 años y otros miembros de esa organización de 20 a 17 años.
Javier Villa Stein, presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema, dijo a la prensa que "también se declaró nula la imputación de asociación ilícita para delinquir contra los cabecillas de ese grupo (Colina), se resolvió que no cometieron delito de lesa humanidad y se dispuso la liberación de uno de sus integrantes".
Los crímenes de Colina, afirmó, "no se cometieron en el marco de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil, tal como lo establece el Estatuto de Roma" que tipifica los delitos de lesa humanidad.
"Por su naturaleza, los delitos cometidos por el grupo Colina son delitos contra los derechos humanos, pero no todo delito contra los derechos humanos es delito de lesa humanidad; es un tema técnico que lo recoge la normativa internacional, el Estatuto de Roma y la doctrina", precisó.
La masacre de La Cantuta tuvo lugar en julio de 1992, bajo la presidencia de Fujimori, cuando un profesor y un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, conocida como La Cantuta por la zona de la capital peruana en que está ubicada, fueron asesinados por paramilitares.
Unos meses antes, en noviembre de 1991, en Barrios Altos, también en Lima, integrantes de Colina mataron a 15 pobladores e hirieron a decenas de otros.
La Corte Interamericana de Derechos condenó al Estado peruano por ambos casos.