El aumento de hasta 22% en los costos totales de ejecución y la salida del brazo minero del grupo Luksic, Antofagasta Minerals, de la propiedad de la compañía, no son las únicas noticias que ha recibido por estos días el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, que lidera AES Gener.

En los últimos días, la empresa fue notificada de una resolución judicial que ordenó el archivo de un recurso de protección interpuesto por opositores al proyecto, la que además echa por tierra uno de los argumentos más recurrentes usados contra su concreción: la supuesta contaminación con metales pesados que estarían siendo ocasionadas por las obras de la futura central.

La historia comenzó en 2015, cuando el doctor Andrei Tchernitchin, presidente del departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, emitió un informe en el que acusaba que las obras del proyecto hidroeléctrico estaban alterando la composición de las aguas, debido al quiebre de roca y al contacto de ésta con las aguas, añadiendo concentraciones de mercurio, manganeso, hierro y níquel. Esto, en base a tomas de muestras de las aguas en cinco puntos del Cajón del Maipo, los que fueron enviados a un laboratorio para su análisis químico.

El informe sirvió de base para un recurso de protección interpuesto en febrero del año pasado por los opositores, que incluía una orden de no innovar que buscaba frenar las obras pero que fue rechazada. Aún así, se siguió adelante con la tramitación del recurso, la que finalizó los primeros días de enero, una vez que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) entregó un informe solicitado por la Justicia.

En el documento, basado en sus estudios propios, la SMA es concluyente: "De acuerdo a las diligencias de investigación llevadas adelante por este servicio (...) no existe evidencia para establecer una relación causal entre el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo y una afectación de calidad de las aguas del sector".

Contramuestras

Para llegar a esta afirmación, la SMA tomó y analizó contramuestras en cada uno de los cinco puntos utilizados por Tchernitchin. Los resultados fueron contundentes: el punto de mayor concentración de metales pesados se encontraba aguas arriba de las obras, es decir, fuera del área de influencia de Alto Maipo. En el caso del sector La Engorda, en tanto, no se observaron concentraciones de los parámetros analizados; mientras que en el estero Aucayes, si bien sí se encontró presencia de fierro mayor a la norma, esto está en línea con los parámetros incorporados en el estudio de impacto ambiental.

Según el doctor Tchernitchin, autor del estudio que dio origen al recurso de protección, las diferencias respecto de los resultados del análisis de la SMA y los suyos obedecen a diversas razones, entre las que se cuentan diferencias en las zonas de captación y la época en que se tomó la muestra.

A su juicio, y a modo de ejemplo, la muestra tomada en el estero Aucayes tiene otra composición porque luego de presentado su estudio se habría desviado el curso de agua, para evitar el contacto de las aguas sucias con las del estero.

El profesional, que fue demandado por Alto Maipo luego de la difusión del análisis, asegura estar tranquilo y confiado porque su análisis fue hecho de forma totalmente rigurosa.

En tanto, el gerente de Cumplimiento Ambiental de Alto Maipo, Nelson Saieg, explica que el estudio de la SMA arroja varias conclusiones. "Los resultados del estudio con que se presentó el recurso de protección están comparadas con la norma de agua potable, lo que es erróneo porque no estamos hablando de agua potable. A nosotros como proyecto nos acusaron de estar contaminando las aguas y estar dañando la salud de las personas. En ese sentido la Corte de Apelaciones rechazó la orden de no innovar, que era la acción principal. Lo que se siguió investigando fue esta eventual contaminación, para lo que pidió un informe a la SMA (...) El último informe es contundente, pues descarta una causalidad por Alto Maipo y señala que la composición de las aguas se debe principalmente a hechos históricos y temas estacionales", complementa.

"Nosotros ocupamos laboratorios certificados y en base a eso, se establece también que la variabilidad de los resultados aguas arriba y aguas abajo son practivamente las mismas", añade.