Un fiscal de Corea del Sur solicitó este lunes la prohibición de salida del país de Lee Si-hyung, el hijo de 34 años del presidente Lee Myung-bak, con motivo de la investigación en curso de un presunto caso de corrupción, ha informado la agencia local Yonhap.

El fiscal pidió, además, que se prohíba abandonar Corea del Sur a otras 10 personas, entre ellas el antiguo jefe de seguridad del presidente, relacionadas con la compra fallida y presuntamente irregular de unos terrenos para levantar la futura residencia de Lee Myung-bak en un selecto barrio del sureste de Seúl.

Un equipo de fiscales independientes comenzó ayer a investigar la fallida transacción, que presuntamente podría haber escondido irregularidades que implicarían al único hijo varón de Lee.

El presidente surcoreano, cuyo mandato finalizará en febrero de 2013, llegó el año pasado a un acuerdo para construir en unos terrenos de Naegok-dong -cerca del lujoso barrio de Gangnam- su futura vivienda, que incluiría instalaciones auxiliares para el personal de seguridad.

El terreno fue comprado conjuntamente por el hijo de Lee y el servicio de seguridad presidencial, pero más tarde se reveló que el trato no fue equitativo y el primero pudo haberse beneficiado económicamente del acuerdo al adquirir suelo por debajo de su valor.

La oficina presidencial negó este extremo y posteriormente dio marcha atrás al proyecto al anunciar que Lee se mudaría a su casa anterior, en un aparente intento de evadir la polémica suscitada.

Después de que la Fiscalía decidiera en junio de este año no presentar cargos contra los supuestos implicados tras un primer proceso, los partidos de la oposición solicitaron una investigación especial tras la ola de críticas desatada que ponía en duda la imparcialidad de los procuradores.

La nueva investigación durará 30 días, con una prórroga de 15 días si se solicita, por lo que los fiscales independientes que ahora investigan el caso pueden presentar cargos contra los implicados hasta el 29 de noviembre.

Se espera que el hijo de Lee y el personal de seguridad presuntamente involucrado en el caso sean convocados próximamente para un interrogatorio.