Justin Bieber ha sido el foco de la noticia para la prensa de espectáculos durante esta semana. Todo partió con la cancelación del exitoso Purpose World Tour por "circunstancias imprevistas", como explicó el comunicado oficial, lo que significó suspender 14 recitales fijados en Estados Unidos, Canadá y Asia.
Como no había mayores justificaciones a esta decisión, la prensa internacional comenzó a investigar la verdaderas razones tras la cancelación de la gira. "Todo está bien. He estado de gira por dos años y necesito descansar y relajarme", dijo el canadiense al portal TMZ poco después de conocerse la noticia. Pero el mismo medio ya había esbozado una razón diferente: la necesidad del artista de reencontrarse con Cristo a través de la Iglesia Hillsong, con la que ya tenía vínculo a través del famoso pastor Carl Lentz.
Así, numerosos reporteros salieron en busca del intérprete de Sorry, intentando corroborar si estaba dedicándose a perseguir la "iluminación religiosa", como aseguraron algunos cercanos a esta Iglesia.
Fue así como anoche, un grupo de reporteros esperaban fuera del Saban Theatre de Beverly Hills, en un evento del City Church, cuando se vio salir tranquilamente al artista y subir a una enorme camioneta todo terreno negra. Fue entonces cuando, en medio de los flashes y tratando abrirse camino, atropelló accidentalmente a un paparazzi. El resto de los presentes comenzó a gritar - como se observa en un video publicado por TMZ - para que Bieber se detuviera. Posteriormente, la estrella de 23 años bajó del vehículo y permaneció junto al fotógrafo hasta que llegó la policía y una ambulancia.
A pesar del golpe, el gráfico solo sufrió heridas leves y fue trasladado al hospital Cedars Sinaí de Los Ángeles, mientras el cantante conversaba con la policía. Posteriormente, se fue del lugar en el auto de un amigo, mientras un miembro de su staff se llevó la enorme camioneta. Según el portal de noticias, Bieber no fue citado por la policía.