Justin Timberlake confesó a Showbiz Spy que su esfuerzo por mantener bajo control cada aspecto de su vida está llegando a la obsesión.
Y aunque a veces puede ser una ventaja, como afirma el propio artista, su intento por alcanzar la perfección personal y profesional puede llegar a agotarlo.
"No puedo evitarlo, soy un obsesivo del control. A veces es algo positivo y otras veces negativo, pero así es como soy", asegura.
Las declaraciones del músico se suman a las que hizo hace dos años, donde confiesa que padece de trastorno obsesivo-compulsivo combinado con déficit de atención.
"Vivir con eso es complicado", aseguró en esa oportunidad.