El árbitro Carlos Rumiano pita penal a favor de Cobresal. Corría el minuto 29' del partido entre Colo Colo y los mineros. Hans Salinas pone la pelota en el piso y afina la mirada. Al frente, bajo los tres tubos del arco, un portero en soledad: Camiseta negra, shorts naranjos y un par de guantes son las únicas armaduras que tiene para defenderse. Tras el remate, el balón vuelve a quien le pertenece: Justo Villar, el guaraní levanta la mano señalando a sus compañeros que no pasa nada.

El arquero paraguayo no fue la figura del partido sólo por esa jugada. A los 48', cuando recién amanecía el complemento, evitó en dos tiempos que un agresivo cabezazo en el área chica de Matías Donoso abriera el marcador para el local. Si los albos se mantuvieron con vida hasta el gol de Esteban Paredes en los descuentos, el mérito fue del nacido en Cerrito.

Heridas del pasado

"¡Son unos 'cagones'! ¡No tienen el rendimiento para estar en un club grande!". Estas son palabras de Villar hace un poco más de un año. Colo Colo, sumergido en una crisis futbolística y dirigido por Gustavo Benítez, salía derrotado por 3-1 ante Cobresal en el estadio El Salvador. El arquero paraguayo tras el partido en camarines no aguantó la impotencia y les recriminó el nivel a sus compañeros.

Pasaron aproximadamente 13 meses desde esa derrota que dejó más de una herida en Villar. De hecho, Johan Fuentes (que ayer jugó), ese día le convirtió un gol desde mitad de cancha. Hoy la historia pudo repetirse. Cuando recién comenzaba el encuentro, el ex arquero de Newell's Old Boys le tapó a mano cambiada un misil de más de 30 metros al mismo Fuentes. Pero el destino estaba marcado para que el guaraní fuera el salvador y responsable de que Colo Colo todavía se mantenga  en la lucha por el título, con la U y Wanderers.

"La última vez que vine a este estadio me fui con sabor muy amargo en la boca. ¿Una revancha? Puede ser que sí, pero lo importante es que se ganó un duelo muy complicado", analizó Villar tras el cotejo.

Aún así, para el golero de Colo Colo no fue bueno el partido de su equipo: "Hoy merecimos menos de lo que llevamos. Hay que seguir mejorando", expresó.

Mesura total. Es Justo Wilmar Villar, quien con 37 años, confirmó ayer porqué volvió a ser nominado a la selección de Paraguay, donde es el capitán.