Luego del empate ante Genoa, en Juventus se aburrieron de los cobros arbitrales y por eso la dirigencia decidió que sus jugadores y el cuerpo técnico no hablaran tras el partido.
Los piamonteses decretaron "silenzio stampa" (no declararon ante la prensa) al considerarse víctimas del arbitraje, por un gol anulado a Simone Pepe, al límite del off-side, y un penal reclamado por un contacto entre el defensa brasileño Roger Carvalho y Alessandro Matri en el área.
"La Juventus deja el estadio Marassi, sin declaraciones: las imágenes hablan por sí solas", fueron los mensajes que envió Juventus por las redes sociales, dejando en claro su total discrepancia con los cobros.
En el último tiempo, Juventus ha alegado que las decisiones no han sido justas y por eso ahora estarían a 4 puntos del Milan en la lucha por el campeonato, aún cuando se mantienen invictos.
De inmedato, además, surgieron las especulaciones sobre que ahora los cobros dudosos siempre van en contra de la "Juve", ya que nadie quiere asociarse a la posilibidad de "ayudar" a un cuadro que incluso bajó a segunda división por el "arreglo" de arbitrajes.
Sin embargo, muchos también se recuerdan del gol "fantasma" que le anularon al Milan y que hubiera significado la pérdida el invicto de la "Vecchia Signor", por lo que se piensa que sólo es una forma de llamar la atención para que no se fijen en la baja futbolística del equipo.