Arturo Vidal se alista para escribir la historia más grande de su carrera. A sólo 90 minutos de levantar el trofeo más importante a nivel de clubes en Europa, y ponerle su selló al logro más importante de un chileno en el fútbol mundial. Juventus es finalista de la Champions League, con el seleccionado nacional como protagonista. Es cierto, al frente estará Barcelona que no representa un desafío menor, pero la ilusión está. Con un empate 1-1, los italianos dejaron en el camino a Real Madrid, el campeón vigente, y ahora sólo resta esperar por el inicio de una definición soñada.
El camino, sin embargo, no fue sencillo. El partido en la capital de España fue intenso y no le faltó ni dramatismo ni polémicas. El libreto de la Vecchia Signora se siguió sólo durante los primeros quince minutos. En ese tramo, los italianos manejaron con calma y criterio, incómodando al dueño de casa, que se notaba incómodo, sin saber cuál era el partido que debía jugar. Vidal, de hecho, fue el primero en probar al arco, con un remate seco de distancia a los 14', contenido por Iker Casillas.
Pero una polémica quebró el partido para siempre. James Rodríguez se desploma en el área por un leve toque de Giorgio Chiellini, y el árbitro, casi sin dudar, pita y señala el centro del área. Un penal ampliamente discutido que le daba a la Casa Blanca la opción de ponerse al frente sin demasiados merecimientos. Pero eso no le importó a Cristiano Ronaldo, que celebró su décimo gol en el torneo desde los doce pasos. Euforia para él y también en el Bernabéu, sabiendo que el 2-2 en el global les favorecía gracias al gol de visita marcado en la ida.
Con el gol, el Madrid empezó a mejorar y a justificar su ventaja en el marcador. En tanto, Juventus comenzó a perder la claridad del inicio y cada vez se vio más encerrada en propio campo, propiciando un ambiente que parecía más favorable al segundo tanto del local, que al empate italiano. Bien les vino el descanso a los de Massimiliano Allegri, antes que el aventón de los merengues trajera más réditos.
Y mejor les fue en la segunda parte, porque no debió pasar mucho para que se celebrara el empate, obra de Alvaro Morata, uno que fue formado en la cantera madridista, pero que fue dejado partir sin muchas aprensiones durante el 2014. Si algo había de rabia contra su ex equipo en el delantero hispano (que no hacía un gran partido), su desahogo llegó en ese glorioso minuto 57, cuando se encontró con un rebote en el área, y lo mandó al fondo del arco con una volea que Casillas fue incapaz de detener. De todas formas, y con toda la emoción del momento, el ariete no celebró.
Con los papeles ahora invertidos, el partido se abrió y creció en intensidad. Aumentó el peligro en ambas porterías, y se fueron agregando nombres que se atrevían con un intento de gol. Lo tuvo Claudio Marchisio, tras habilitación de Vidal (70'), pero también Gareth Bale, con un cabezazo un poco alto un minuto después. Real Madrid, con toda la responsabilidad, se desesperaba y apretaba en busca del gol.
El Rey Arturo, en tanto, en lo suyo. Ofreció un despliegue notable, como en sus mejores días, y aportó en todos los sectores de la cancha. Ayudó con la marca en el área, robó balones en el mediocampo, y apareció para habilitar o definir cuando estuvo más cerca de la portería rival.
Al final, a Juventus no le quedó otra que sacar a relucir su sólidez y órden defensivo. De hecho, Allegri no tuvo reparos en sacar a Andrea Pirlo y poner en su lugar a un defensor, Andrea Barzagli, para sostener el marcador favorable en los últimos diez minutos. No se movió, y se consumó la eliminación madridista y el festejo y euforia para los de Turín.
Sólo hay un registro de un enfrenamiento entre los nuevos finalistas, en los cuartos de final de la edición 2002-2003, con clasificación para los italianos. Un nuevo antecedente se sumará el próximo 6 de junio, en Berlín. Cualquiera que sea el resultado, un representante nacional terminará celebrando que su equipo es el mejor de Europa, un logro inédito para la hsitoria deportiva nacional. El Barcelona de Bravo y la Juventus de Vidal tienen la palabra.