El 19 de marzo, Paul Pogba dio una mala noticia en Juventus. El francés, figura en el mediocampo del campeón italiano, sufrió una lesión en la pierna derecha que lo inhabilitaba para los cuartos de final de la Champions League y el tramo final de la Serie A.
Pero sin el galo, el cuadro de Arturo Vidal igual logró sacar sus misiones adelante. Se clasificó a la ronda de los cuatro mejores en el campeonato continental, y está a apenas un paso de celebrar el tetracampeonato en Italia.
Y para seguir ilusionándose con un broche de oro en la temporada, en la antesala del choque ante el Real Madrid, que dará el paso a la final de la Champions, Pogba da buenas sensaciones y espera anotarse para participar en un encuentro clave, en el que la Juve necesitará de todo su potencial para vencer a la siempre imponente Casa Blanca, actual monarca del torneo.
Pese a que sus tiempos de recuperación se estimaron que serían más prolongados, el volante de 22 años, en una prueba de su tezón y capacidad física, ha pasado satisfactoriamente las últimas pruebas médicas y ya es pieza segura para la revancha del 13 de mayo. La apuesta también vale para la ida, y aunque los plazos son más acotados (sólo tiene 44 días de baja de los 56 pronosticados) se probará en cancha este sábado ante Sampdoria, por la liga local.
Pogba es uno de las cartas más apetecidas en el fútbol europeo, e interesa en las principales ligas del viejo continente. PSG es el favorito para quedarse con su pase, aunque en la Vecchia Signora aseguran que su estrella no se moverá del equipo.